Sin duda, los eSports son una realidad reciente que sigue creciendo de manera exponencial en nuestra sociedad, generando con ello nuevas necesidades y planteamientos integradores de manera armó-nica en esta era de las nuevas tecnologías.

Lejos quedaron ya las rígidas etiquetas que se habían quedado anquilosadas con respecto a los videojuegos y sus usuarios, las cuales los habían desterrado a un ocio que quedaba edulcorado negativamente en algunos sustratos sociales. Entre los agoreros más inquisidores, los juegos electrónicos parecían destinarnos a una presunta inadaptación psicosocial que, por supuesto, supone un craso error.

Obviar los vertiginosos cambios que a nivel digital está experimentado nuestra sociedad sería todo un sinsentido. Nos tocó adaptarnos, a finales de los 90, a la incursión de la red de redes -internet- y en la actualidad no podemos contemplar nuestras vidas sin su existencia. Luego llegaron las redes sociales, que ya son una herramienta de facto para la comunicación de todo medio, empresa e institución. Luego remontaría el vuelo la realidad virtual en su segunda juventud, pero ahora ha llegado el momento de afrontar con garantías el universo de los e-Sports, consolidados en muchos países de Europa y Asia así como en Norteamérica.

Solo tiene unos años de vida, pero su desarrollo ha sido más que exponencial. Desde mi punto de vista como docente, debo decir que España sigue yendo por detrás de otros países en este campo, puesto que esta disciplina, como la catalogan en países como Finlandia, Rusia, etc, ya contempla federación incluso en países como Corea del Sur, donde hay auténticos profesionales en diversos formatos. En Norteamérica los gamers ya son incluidos en becas universitarias como cualquier deportista.

Ante nosotros se presenta un nicho de oportunidades balsámico para muchos jóvenes, lejos de la imagen de aislamiento que desde algunos sectores se quiere atribuir a los usuarios. Incluso algunos de ellos se han permitido la opción de pagarse los estudios o ganarse un porvenir. Como padre a mí los eSports me han abierto la oportunidad de conocer y comunicarme aún más con mi hijo, además entender que es un campo que debe regularse, me ha enseñado a diferenciar entre juegos digitales (videojuegos) y aquellos que pueden tener una temática más educativa y que debe haber una clasificación de los mismos para que no haya un uso incorrecto de los mismos y no haya un monopolio de las grandes marcas. Y en la vertiente como gestor político estoy convencido de que debemos darle una respuesta a la gran demanda que existe y a esos miles de jóvenes que están huérfanos digitalmente, porque sus padres no fueron educados en este espacio digital, y que esperan el vuelco de las administraciones públicas para que den una propuesta y una regulación de los mismos. Y por último, como docente y especialista en Educación Física tenemos la posibilidad de trabajar desde el ámbito inclusivo como muchos/as alumnos/as con discapacidad auditiva, física, con movilidad reducida, etc; y que el alumnado consiga adquirir la competencia digital desde un aspecto transversal en cualquier materia, para ello es fundamental regularlo en el currículo. No todo lo desconocido es malo y a veces tenernos que arriesgarnos y sobre todo en el ámbito educativo debemos dar un salto de calidad y acorde a los nuevos tiempos tecnológicos.

Los interrogantes son más que obvios: ¿se debe considerar como deporte o no? Es evidente que no tiene la misma concepción que las disciplinas tradicionales, pero los eSports implican también el desarrollo de diversas capacidades cognitivas. Incluso una preparación física óptima siempre es necesaria para una práctica solvente en torneos internacionales, mientras en España el billar, galgos, colombofilia, dominó, ajedrez, entre otros, son considerados deportes y no podemos cerrar los ojos ante esta nueva realidad.

¿Se debe concebir una ley del deporte o no? Lo que tengo claro es que, en España y en concreto en Canarias tiene que quedar esta actividad tipificada de alguna manera, ya que todo riesgo de caer en la alegalidad nos llevaría a abrir vericuetos espinosos, como bien dijo la magistrada Reyes Martel en un artículo anterior a este diario, aludiendo al mundo de las apuestas ilegales.

¿Tiende el usuario a aislarse en su particular mundillo? Ese es otro mito que han albergado muchos detractores. Lo cierto es que, desde que se han desarrollado los eSports, se ha generado una mayor empatía y conectividad entre usuarios, los cuales se llegan a relacionar desde cualquier rincón del planeta, creando nuevas fórmulas de comunicación además de incentivar el trabajo en equipo.

Con todo ello, la tendencia continúa al alza y eso ya lo están percibiendo muchas firmas comerciales -desde empresas de componentes informáticos hasta bebidas isotónicas, productos digitales e incluso marcas de coches-, que consiguen nuevas cotas de visibilidad publicitaria con un público que, según un estudio de la Agencia Mindshare, ronda entre los 20 y 35 años, con una formación, ingresos y comportamiento digital superior a la media. Igualmente federaciones deportivas, ligas profesionales como NBA, FIFA o la Fórmula 1 ya organizan competiciones de eSports.

Desde luego, en Arucas no somos ajenos a esta pujante demanda, cuyo desarrollo apoyamos de manera nítida. En breve se podrá organizar un importante evento de esta índole, como guiño especial a la labor de este ayuntamiento que quiere maximizar sus sinergias con el objetivo de potenciar el municipio como una emergente SmartCity.