Mucho me place que el Sr. Cura Párroco del Sagrado Corazón de Arbejales haya tenido a bien mediante esta mi aportación escrita participar en la conmemoración del primer centenario de la dedicación del templo de Arbejales al Sagrado Corazón de Jesús.

En primer lugar, decir sin ningún ánimo de asombrar (porque las cosas que vienen del Señor surgen sin alharacas ni alardes) que al empezar a escribir esta colaboración decidí como había previsto, tomar en mis manos el libro de Don Julio Sánchez y Don Vicente Hernández (ex cronista de Teror - Q.E.P.D.) sobre Arbejales, para informarme mejor, y cuál no fue mi sorpresa que lo abrí al azar y va y me sale la página 223. Justamente la que empieza a hablar con el titular del capítulo 8: "El primer templo del Sagrado Corazón de Jesús en Canarias".

Menuda coincidencia. Y me dije yo: "Pues empezamos bien la cosa?". Ciertamente, tarea laudable e ímproba, además de esplendorosa y generosa, la edición del libro titulado Arbejales.

Aludiendo a los textos de la citada obra, hubo algunos encontronazos durante el término de la construcción del templo, entre Don Juan Quintana, que le decían Juan el Santo y el Párroco de Teror, Don Juan González. La cosa buena era que ambos tenían un mismo fin, la construcción del templo, y también un ardoroso fervor hacia el Sagrado Corazón de Jesús. Y gracias, en parte, a la mediación del Obispo Marquina y las colectas, limosnas y rifas organizadas por los parroquianos, las obras tuvieron fin exitoso con la bendición e inauguración el día 29 de junio de 1918.

Parece ser que la primera vigilia (que fue extraordinaria) de la Adoración Nocturna que se celebró en el templo de Llano Roque fue precisamente del 29 al 30 de junio de 1918. Ultimándose los actos de consagración de esta Diócesis Canariense al Sagrado Corazón de Jesús en el mismo pago de Arbejales con la participación de 17 sacerdotes, todo el Seminario y presididos por el Sr. Obispo D. Ángel Marquina.

Acerca de la Sagrada imagen del Corazón de Jesús que vino de Barcelona, debo agregar algo. Que la imagen de esta advocación de Jesús, la talla, de la cual se ha dicho que no hay otra más grande en todas las Islas Canarias, sí hay otra idéntica no en medidas o dimen siones, sino en cómo está esculpida y el aspecto externo. Todos los detalles externos y hasta los matices de los colores son idénticos a los del Corazón de Jesús que se encuentra en la Ermita de San Telmo (Parroquia de San Bernardo). Quizás no ha sido muy tomada en consideración porque está un poco escondida tras el púlpito de esta antigua ermita. Quizás las dos imágenes fueron esculpidas por el mismo escultor.

La Sección de la Adoración Nocturna de Arbejales se constituyó oficialmente en 1922. Dieciséis años después de la fundación de la misma en el templo de los P.P. Jesuitas de la capital grancanaria. Ahora recuerdo que un adorador de la Sección de San Gregorio, en Telde, repitió varias veces en reuniones del Consejo Diocesano con verdadera vehemencia ante los Presidentes de Secciones y Jefes de Turnos, la existencia de un acta fundacional de esa Sección en la que se recogía que un grupo de adoradores de Arbejales se desplazaron a pie por toda suerte de caminos reales de los antiguos, incluso bajo la lluvia siempre incómoda (si no hay donde guarecerse) para poder llegar a asistir a la inauguración de la Adoración Nocturna en San Gregorio.

Este detalle y otros, dan idea de la religiosidad de las gentes de aquellas épocas. Gente de ardor eucarístico, devoción a la Virgen, simplicidad y sencillez, llaneza, cuando un apretón de manos valía más que una firma notarial.

Tirando de la bibliografía, y ya en tiempos más recientes (salvando las distancias) el 21 de septiembre de 1947 la Adoración Nocturna de Arbejales celebró sus Bodas de Plata con una Vigilia Extraordinaria, presidida por el Magistral Don Juan Alonso Vega. Asistieron varios Turnos de Las Palmas capital, y las Secciones de Juncalillo, Guía, Teror, San Mateo y San Lorenzo.

Finalizando esta colaboración, a título de testimonio personal, quiero destacar que la Adoración Nocturna irrumpió en mi vida, Jesús Divino y Poderoso irrumpió en mi vida para quedarse, desde que mi padre, Francisco José Quintana Domínguez, natural de Arbejales (Teror), decidió reincorporarse a las filas de la Adoración Nocturna de San Telmo. Él había sido adorador en su juventud en su querido pueblito. Y con esta reincorporación, tiró de mí y cumplió el deseo de convencerme definitivamente para alistarme en este esplendoroso ejército de Cristo. Agradecido una vez más de pedirme esta simple colaboración y?¡¡felicidades a todo el pueblo de Arbejales!!