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En entredicho los retos de la agricultura

Asaja considera inaceptables las medidas propuestas por la Comisión Europea para el próximo Marco Financiero Plurianual. El comisario jefe Jean Claude Juncker y el comisario de presupuesto, el alemán Oetinguer, han anunciado un recorte del 5 % de cara al próximo presupuesto de la Política Agrícola Común (PAC) y otro recorte del 4 % en pagos directos.

Mediante este recorte injustificado propuesto por los servicios de la CE queda en entredicho que se puedan conseguir los retos a los que la agricultura europea se enfrenta en la actualidad, como producir más con menos; el respeto al medio ambiente; fijación y generación de empleo y desarrollo de las zonas rurales más desfavorecidas. Asimismo no se puede cargar sobre las espaldas de los agricultores europeos el coste de la salida del Reino Unido de la UE.

Por si fuera poco la CE, a la hora de calcular los presupuesto de la futura PAC, lo ha hecho mediante precios corrientes, algo engañoso puesto que no se tiene en cuenta la inflación. Algo fundamental a la hora de calcular presupuestos para desarrollar políticas.

Además no entendemos cómo en un momento en que la renta agrícola se sitúa muy por debajo de la media del resto de los sectores económicos, la CE ha propuesto una bajada del 4 % de los pagos directos. Es una auténtico despropósito, máxime si se quiere hacer atractiva la incorporación de jóvenes al sector agrario.

Desde Asaja demandamos que se aumenten las aportaciones de los Estados miembros al presupuesto comunitario hasta el 1,3% del Producto Nacional Bruto, tal y como demanda todo el sector y el Parlamento Europeo. Si los Estados consideran que con un aumento hasta el 1,114 % será suficiente para dotar de presupuesto a las políticas clásicas (PAC y Cohesión) y que además habrá para las nuevas ( migración, control de fronteras, defensa, Erasmus+?) están muy equivocados. Con este aumento tan insuficiente es imposible responder a los retos a los que se enfrentan los 27.

Europa está en un momento de liderazgo en los compromiso medioambientales, como vimos tras la firma de la COP21, y esta bajada de presupuesto podría suponer una desaparición de la ambición mostrada para conseguir una agricultura más sostenible. Además, retos como la seguridad alimentaria, la lucha contra el despoblamiento rural o los objetivos de las Naciones Unidas para conseguir un Desarrollo Sostenible también quedan en cuarentena.

De todas formas no hay que olvidar que se trata de una propuesta legislativa presentada por la CE y que tendrá que buscar el consenso en los otros dos órganos colegisladores, es decir el Consejo y el Parlamento Europeo. Sin el consentimiento de ellos esta propuesta no podrá seguir adelante.

En cuanto al recorte que también sufrirá el segundo pilar de la PAC (el desarrollo rural) las estimaciones que circulan podrían llegar a la cifra del 15 %. Algo también injustificable puesto que esta partida sirve para dar una dinamización a las zonas rurales y permiten recoger las especificidades que tienen las regiones.

Además, y por si fuera poco, la CE propone subir el nivel de cofinanciación de las zonas ru-rales desfavorecidas hasta el 75 %, cuando anteriormente se situaba en el 50 %. Si ya es complicado que las regiones cofinancien la mitad de las partidas, esta subida podría suponer la desaparición de estos programas.

Por último animamos al Ministerio de Agricultura y a la ministra García-Tejerina a que intensifiquen las relaciones y reacciones ante la CE y que a su vez busque aliados dentro de los países europeos para defender un presupuesto digno y adecuado para hacer frente a todos los retos a los que se enfrenta la agricultura europea.

Finalmente deberíamos acabar con una reflexión: todos los países desarrollados apoyan su agricultura mucho más de lo que hace la UE con su PAC. Tenemos el caso de Noruega (957euros por habitante/año), Japón (434euros), Estados Unidos (389 euros), o Canadá (228 euros)? mientras que el gasto que hace la UE es de tan solo de 190 euros, lo que es menos de 50 céntimos al día.

Y aquellos países o gobiernos que no son partidarios de acrecentar el presupuesto -sobre todo el del la PAC o los de cohesión- deberían replantearse su posición teniendo en cuenta que son estos mismos países los principales beneficiarios de ser miembros de un mercado único, según reconoce la propia CE.

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