El viernes pasado estaba repleta, la calle de la Noria, en Santa Cruz de Tenerife. Verán, aunque Andrés se resista -ha dado un mal paso, en Barcelona, donde ahora vive y trabaja, pero se está recuperando con una zapatilla azul horrenda- es un sitio estupendo para pasar un buen rato. Comimos en Los Reunidos, los 12 gamberros amigos del almuerzo de primer viernes de mes, para ver si ganamos el cielo que ya se ganó José Luis Reina hace un tiempo, y nos dejó para siempre, hace casi tres años, su alegría y su sabiduría. "Decir amigo es decir juegos, escuela, calle y niñez", escribió Serrat, y probablemente es lo que piensa Elías cuando recuerda su Arucas natal, tan cerca y tan lejos. Pero Alfredo, recién incorporado de nuevo a su isla, muy feliz y contento, ya ha puesto a enfriar unas botellas de champán para el sábado 26 de mayo porque decir amigo es "gorriones presos de un mismo viento tras un olor de mujer." A Manuel y a Guillermo, "units per sempre" en un éxito empresarial asegurado, les parece que "decir amigo es decir vino, guitarra, trago y canción, furcias y broncas. Y en Los Tres Pinos una novia pa' los dos." Bueno, no literalmente, si no tendrían algún problema con sus doñas, y en nuestro "first friday friends" -y ya va para más de 15 años, aunque nadie se pone de acuerdo en el momento fundacional- nunca se tienen disgustos salvo los inevitables.

Pero Rafa, que en el fondo es un señor de Las Palmas de Gran Canaria, apostilla y afirma: "Decir amigo me trae del barrio luz de domingo y deja en los labios gusto a mistela y a natillas con canela". No lo dudo porque Néstor ya tiene su "llano azul" en la posteridad de unos versos y Joan opta por "decir amigo es decir aula, laboratorio y bedel. Billar y cine. Siesta en Las Ramblas y alemanas al clavel". Alberto duda un poco porque está metido en unas obras faraónicas en su casa y así cree que "decir amigo es decir tienda, botas, charnaque y fusil. Y los domingos, a pelear hembras entre Salou y Cambrils". Luis, sin embargo, más racional, lo tiene muy claro: "Decir amigo no se hace extraño cuando se tiene sed de 20 años y pocas pelas". Y Ulises, que me recogió en el aeropuerto, cree, como yo, que "decir amigo es decir lejos y antes fue decir adiós. Y ayer y siempre lo tuyo nuestro y lo mío de los dos". ¡Ah! para el que no lo sepa: en Nicomedes (mercado de La Recova) los camarones son muy buenos.