Cada año, por estas fechas, toca entregar los prestigiosos premios Madariaga de periodismo, que organiza la Asociación de Periodistas Europeos (APE) en colaboración con el Parlamento Europeo y la Comisión Europea. Cuando escribo toca, significa que solemos viajar a algún lugar de España que acoge la entrega. Premiados, miembros del jurado, directivos y socios de la APE. Viajamos en tren, que es como mejor se viaja en este país, y en menos de cuatro horas nos pusimos, desde Madrid, en Jerez. Pepa Bueno, en radio (Cadena SER), Beatriz Navarro, en prensa ( La Vanguardia) y Guillermo Pascual en TV, (Antena 3) fueron los premiados. Los dos últimos han desarrollado una importante labor como corresponsales en Bruselas durante una década. Pepa, en fin, qué decir de Pepa Bueno si no se dice Europa. Porque la periodista extremeña nunca ha dejado de sentirse europea, desde su tierra, desde Madrid y desde Cádiz, donde suele descansar: "Cuando de pequeña veía una bandera azul con estrellitas ya intuía que por allí pasaría un eje de desarrollo". Beatriz, recién instalada en Washington, dijo que "la Unión Europea lleva demasiado tiempo ensimismada mientras el mundo se mueve a la velocidad de la luz". Pero Guillermo nos recordó que "Bruselas es la mejor escuela de periodismo que conozco". Y de política, pues la mesa del acto estaba formada por el ministro Dastis, el presidente del jurado este año, Joaquín Almunia, excomisario y exvicepresidente de la Comisión, y el comisario Cañete, los tres conocedores de la Grand Place desde hace décadas. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Jiménez Barrios, y la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, completaron el quinteto en la Real Bodega de la Concha de González Byass. Después vinieron las distintas variedades de vino que catamos con placer, imposible beberlos en mejor sitio y condición ambiental. La vuelta fue tardía, en mi caso, y en el de la corresponsal de Le Monde en España, Sandrine Morel, que, en amena conversación, reafirmó mi vieja militancia con su periódico que se remonta a cuando empecé a comprar en la librería Colón de La Coruña. Los demás habían partido antes, encabezados por Miguel Ángel Aguilar, que estuvo en todo y hasta bailó con la alcaldesa. No querían perderse la final de la Champions, tanto, que Rafa Panadero, jefe de internacional de la SER, tomó el tren de las ocho de la mañana, pero por otros motivos.