Hubo un detalle muy significativo durante la gran victoria del Herbalife: las caras de los jugadores y del entrenador del Valencia. Eran rostros de desconcierto, de sentirse totalmente arrollados por su rival, de no encontrar respuesta. Esas caras hacen pensar que el duelo del Arena es mucho más que una victoria y debe tener influencia también esta noche en La Fuente de San Luis. Y la diferencia podía haber sido mucho más abultada que la de los 27 puntos con la que se cerró el marcador.
Aspectos como las faltas técnicas que les fueron señaladas a Txus Vidorreta y Rafa Martínez reflejan a un rival totalmente superado por las circunstancias y que sabe que está en serios aprietos. No es para menos. El Gran Canaria les pasó por encima y está ante una ocasión que no puede dejar pasar.
La final de la Copa del Rey y el título de la Supercopa fueron auténticos hitos, pero el de esta noche es el partido más importante en la historia del club. Clasificarse para la Euroliga evidentemente son palabras mayores y el equipo de Luis Casimiro está a 40 minutos de conseguirlo.
Debe aprovechar la inercia del encuentro del Arena. Me encantó no solo el juego sino también la actitud, la preparación, la estrategia... absolutamente todo. Hay solo dos jugadores fuera de tono, que son DJ Seeley y Nikola Radicevic, que están más flojos. El escolta estadounidense está tocado y no podrá jugar el resto del Playoff, pero sus compañeros, en especial Xavi Rabaseda y Oriol Paulí, consiguieron que no se notara su lesión en el segundo partido. Casimiro ha dado confianza y ha hecho madurar a Paulí, que hizo un partido soberbio.
Lo que más me preocupa para el tercer partido no es el Valencia, sino el estado físico de los jugadores amarillos. En este sentido creo que las rotaciones de Casimiro durante todo el curso vendrán bastante bien a estas alturas. Nadie juega más de 24 minutos.
En una liga tan potente como la española, y más disputando competición europea, se paga mucho la insularidad, compites en desventaja con los demás, se nota que con los viajes no descansas y no comes lo mismo. El entrenamiento invisible, la falta de descanso y la alimentación son factores que afectan a la frescura a la hora de afrontar un partido de tanta intensidad y ritmo. Eso mina la salud física y mental. En el primer encuentro tuvieron un viaje precipitado, pero aquí pudieron descansar más. De cara al tercer choque han tenido un buen viaje este jueves y deben estar descansados para encarar el partido con plenas garantías.
Por ello no me preocupa tanto el Valencia como el Gran Canaria. Y eso es una buena noticia. Si los amarillos están a un buen nivel las tienen todas consigo para llevarse el partido y la eliminatoria. El Granca no está por debajo técnica y tácticamente del Valencia. Confío mucho en el Gran Canaria. Y ya demostró en el partido del jueves que sí puede lograrlo. Meterle 97 puntos al Valencia, vigente campeón de Liga, y dejarlo en 70 puntos significa que se cuajó una buena defensa y en ataque hubo un gran acierto en la dirección del juego. Y cuando hablo de dirección me refiero a todos, tanto al banquillo como a los bases y al resto de jugadores.
En el juego interior el Granca estuvo muy fuerte dominando el rebote y negando el balón a Dubljevic, que es su baluarte. Ellos estuvieron desquiciados. El Granca ganó la partida con claridad. Por eso si salen esta noche con la misma mentalidad y una buena actitud tendrán muchas posibilidades de hacer historia y de seguir aspirando al título, porque el Granca también se tiene que creer que quiere optar por el título de Liga.
Nunca el Granca ha llegado tan alto como en la etapa de Luis Casimiro, y después de una época tan impresionante como la de Aíto García Reneses. Esta noche se enfrenta a otro techo.
