La isla de Lanzarote fue la primera en ser conquistada en el archipiélago canario (1402), y en consecuencia, también la primera en contar con un sistema administrativo al estilo europeo. Este nuevo sistema de gobierno, basado en los sistemas burocráticos propios de la época, supuso a su vez la llegada de un nuevo tipo de escritura (escritura gótica), de documentos escritos sobre soportes blandos (pergamino y papel) y, en consecuencia, la existencia del primer archivo, hoy desaparecido, y que debió de estar formado por todos los documentos que evidenciaban las relaciones entre el conquistador Jean de Bethencourt y la Corte de Castilla, así como aquellos que eran testimonio de los traspasos del señorío de Canarias de unos señores a otros, de los que tenemos referencia por copias posteriores o alusiones en documentos redactados años después.

La escritura y los archivos son base de la historia, su fuente primordial para conocer el devenir de los pueblos y constatar cómo hemos llegado a lo que somos hoy como sociedad. De ahí la importancia de mirar hacia el pasado para entender nuestro presente. Un presente que en la villa de Teguise está marcado este año por la conmemoración de los 600 años de un hito fundamental en la historia de las islas: el traspaso del señorío de Canarias de manos francesas a castellanas a través de Enrique de Guzmán, II conde de Niebla, quien obtuvo las islas por donación realizada por Maciot de Bethencourt en representación de su tío Jean de Bethencourt.

Esta efeméride hizo que en 2016, desde el Ayuntamiento de la Villa de Teguise, a través de su Archivo Histórico Municipal, se programara una exposición didáctica que plasmara la historia de la escritura y su evolución, así como su repercusión en la historia lanzaroteña, que se ve reflejada en los documentos que se encuentran tanto en el propio Archivo Histórico Municipal como en otros custodiados en archivos ubicados en diversos lugares del mundo, incluido El Museo Canario.

La exposición, titulada El arte de escribir y restaurar la memoria. Teguise 600 años de historia escrita, comisariada por Víctor M. Bello Jiménez y Félix Delgado López, cuenta con cinco paneles de gran formato en los que se representan, en primer lugar, los lugares de origen y cronología de las principales escrituras surgidas en el mundo para, a continuación, pasar a explicar el desarrollo de la escritura latina desde su origen hasta la invención de la imprenta, lo que supuso un freno en el desarrollo de los sistemas escriturarios. A continuación se hace una parada en la historia de Teguise, lugar de introducción de las primeras escrituras europeas en Canarias.

Como es sabido, los documentos que soportan las escrituras del pasado sufren un deterioro con el tiempo que debe ser subsanado. Debido a esto, se consideró oportuno dar cabida en la exposición a una profesión tan desconocida como necesaria: la restauración de documentos. Los dos últimos paneles están dedicados a exponer de forma didáctica y breve el proceso de restauración de un documento, textos que se complementan con un vídeo que muestra esta técnica paso a paso. Tanto los paneles como el vídeo, se deben a Verónica Ojeda Jiménez, técnica del Laboratorio de Restauración del Cabildo de La Palma.

Desde el inicio, al estar relacionada la historia primigenia de Lanzarote con todo el archipiélago canario, se concibió la exposición con una vocación itinerante. Esto nos llevó a exponerla en Lanzarote (Biblioteca Municipal de Teguise y Cabildo Insular de Lanzarote), Fuerteventura (Archivo General Insular), La Palma (Casa Salazar y Museo Benahoarita), La Gomera (Cabildo Insular de La Gomera), El Hierro (Cabildo Insular de El Hierro), Tenerife (TEA) y Gran Canaria (El Museo Canario). Dicha itinerancia ha puesto en valor la colaboración entre todas las instituciones participantes, a quienes les debemos agradecer su acogida.

La cultura, y en este caso concreto la cultura escrita y los archivos, son un elemento aglutinador que nos permite estrechar lazos entre diversas entidades y abrir vías de cooperación que reviertan en la sociedad, como la que se establece ahora entre el Ayuntamiento de la Villa de Teguise y El Museo Canario. No es la primera vez que ambas instituciones se unen. En 2008, la colaboración entre ambos supuso la publicación de una edición facsímil de las actas del cabildo de Lanzarote de 1618, las primeras que se redactaron tras el ataque pirata sufrido por la isla en mayo de aquel año. Unos documentos, conservados entre los fondos de El Museo Canario, cuyos originales están presentes, junto con otros más, en esta exposición gracias a la labor del archivero Fernando Betancor.

La escritura es un invento destinado a acercar a las personas y a los pueblos distantes entre sí para crear vínculos, y éste era uno de los objetivos fundamentales de esta exposición que a la vez celebra su nacimiento y rememora los seiscientos años de la villa de Teguise. A la luz de los resultados de la itinerancia que hemos llevado a cabo durante los dos últimos años, estamos convencidos de que se ha alcanzado el fin deseado. Sólo nos queda esperar que este tipo de actividades culturales y la cooperación entre instituciones públicas y privadas de todo el archipiélago continúen avanzando en proyectos comunes. Ahora, más que nunca en toda la historia de la humanidad, contamos con medios para hacer llegar la cultura a todos los rincones del mundo. Como investigador, celebro que organismos como el Ayuntamiento de la Villa de Teguise o El Museo Canario estén abriendo sus archivos a internet, o que el Laboratorio de Restauración de Documentos Gráficos del Cabildo de La Palma esté restaurando documentos pertenecientes a instituciones de diversas islas, con una encomiable labor de colaboración. Obviamente, queda mucho trabajo por hacer aún, y no me cabe la menor duda de que si es de forma vertebrada entre todos los agentes necesarios, el resultado será mucho más óptimo.

La muestra permanecerá abierta en El Museo Canario hasta el próximo seis de julio, en horario de 15:00 a 20:00, pudiéndose concretar visitas de grupos en horario de mañana.