En una situación en la que todo el mundo ve motivos para alarmarse yo veo una selección que se está consolidando en el Mundial. El triunfo contra Irán tuvo mucho mérito. Ganar un partido cuando el rival se encierra atrás todo el tiempo es muy difícil. Las dudas sí pueden llegar por las ocasiones que crearon los asiáticos al final, pero es normal que después de atacar ochenta minutos puedas perder la concentración defensiva en diez. La selección española está en la buena línea.
No hay que declarar ni mucho menos el estado de emergencia. Siempre es mucho más difícil jugarle a un equipo como Irán, que se mete atrás y no sale, que jugarle a un equipo como Alemania o Inglaterra, que proponen otro tipo de fútbol, dejan espacios y es más fácil para la calidad de la selección española.
Acertó Hierro al meter a Lucas Vázquez porque sabía que Irán se iba a meter atrás. Faltó algo de paciencia a la hora de elaborar, pero era necesario un jugador que diera amplitud. La competición está así, nadie gana un partido sin despeinarse, todo el mundo suda para meter un gol y ganar un partido. Irán lleva varios años en los que ha encajado muy pocos goles y lo demostró. Se mete atrás y no sale de ahí. Que el partido se complicara fue más por mérito de Irán que por demérito de España.
Con este tipo de resultados la selección va a mejorar con el paso del Mundial, le va a servir para ganar confianza. Tras conseguir un resultado positivo se hace más fácil trabajar y lograr esa solidez defensiva que falta, porque es verdad que Portugal e Irán generaron muchas ocasiones.
Fernando Hierro debe hacer cambios en las próximas alineaciones, pero porque es imposible mantener un bloque fresco hasta el final tras una temporada muy larga y dura. Si no hace alguna modificación llegan muertos y por eso hay que refrescar al equipo. Todos son válidos. Daría más minutos a jugadores como Thiago o Marco Asensio.
De cara a octavos de final prefiero a Uruguay porque tiene jugadores a los que les pesan los minutos. Y Rusia es la juega en casa. Siempre es difícil medirse al equipo anfitriona porque competirán con mucho entusiasmo.
