Eso es lo que haría el músico al comenzar su jira de conciertos. No es ciertamente lo que han estado intentando hacer los componentes de la aun incompleta plantilla futbolera gran canaria. Cada uno soplando o percutiendo en su instrumento de trabajo, en el que, con buenas o malas trazas se acogen a esperanzadoras sentencias de que "no por mucho madrugar amanece mas temprano" o, como a la contra, asegurando que "al que madruga Dios le ayuda " o tantos otros aforismos que te aconsejan tener buen o mal destino segun te pongas los pantalones del revés o del derecho, "tiquis mikis " todos que, ni van ni vienen con la fuerza verdadera de uno de la serie mas real y verdadero como es el de que "canarión que se duerme,..., la corriente se lo lleva".

Y no es porque estemos dormidos sino porque desde hoy hay que comenzar a intentar y subir empinados escalones. Y lo último llamativo que nos queda de los exámenes previos, es el 4-0 del Betis "en la tacita del amargo". Si, ya sé; son preparativos pero ¡no me jorobes Bartolo! ¡Es que no hacen nada para borrar la anterior múltiple metedura de pata entre vestuario, entrenadores, dirección , prensa, Setien, sucesores y parroquia ! ¡Y es hora de barrer el patio hombre!

Algo han borrado ya, decapitando a unos y coronando otros. Comenzamos de cero con lo que hay. Que no es poco. Reus es otro catalán que se nos ha metido en el camino. Está muy lejos de aquellos otros que nos traían sus cortes de traje de fina tela inglesa de Tarrasa. Les deseamos tan buena estancia como mal resultado. Como el presidente isleño Miguel Angel Ramírez que, -ya lo dijo-, ni es ni piensa ser ,mientras viva y tenga perras, ningún Chin-Chung-Chang, aunque, para eso ¡pues no le queda ná! ¡Menuda segunda nos aguarda! Por de pronto una demostración de claro asombro para los visitantes cuando les han contado que es tal el ímpetu que el canario pone en su deseo de retorno hasta arriba, que ha puesto en el bolsillo de los que fueron abonados del año anterior la repetición gratuita para esta. No sé cómo se come eso. Lo que si sabemos todos, hasta él, que, además del barullo de la pluma, el verbo, la cámara y la compañía del pueblo seguidor, hace falta que entre los que juegan cumplan la crónica de la película. Por eso decía yo al principio que les dejé afinando la flauta por si acaso suena. ¡Ayúdenles a soplar!