La Provincia - Diario de Las Palmas

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culé moyáu

Medio lleno y medio vacío

Después del partido contra el Sevilla, nunca el vaso del Barça estuvo tan claramente medio lleno ni tan evidentemente medio vacío. El Barça es líder, pero pierde a Messi por lesión durante tres semanas. Ter Stegen paró varias veces lo imposible (que es lo que se le exige a los porteros de los grandes equipos), pero el Sevilla tuvo demasiadas ocasiones de gol y eso significa que nos falta un John Wayne en la defensa. El público del Camp Nou, siempre en su línea existencialista, incluso llegó a animar al equipo en algunas fases del partido, pero ya aparecieron los primeros pitos a Dembélé (un consejo para el joven futbolista francés del Barça, robado de Billy Wilder: "No hay nada que te pueda hacer sentir más orgulloso que la brevedad"). Luis Suárez marcó por fin, gracias a un penalti fabricado por él mismo, pero nuestro uruguayo sigue espeso y sin suerte en el remate. Y el Real Madrid está a la puerta de la esquina. ¿El vaso del Barça está medio lleno, o medio vacío?

Dicen que el Madrid de Lopetegui está vacío, así que hasta un Barça medio lleno debería ganar con facilidad a un equipo que lleva semanas padeciendo una brutal sequía goleadora. Ya. Pero es que el vaso del Madrid no está vacío, sino evidentemente medio lleno (la diferencia de puntos con el Barça no es grave, y la historia nos enseña de lo que es capaz el equipo blanco cuando ve que alguien está organizando su entierro) y claramente medio vacío (la defensa no fija, la media no limpia y la delantera no da esplendor). De acuerdo, el Madrid ya no tiene a Ronaldo, que daba tanto miedo a los culés en el Camp Nou como Negan con su bate de béisbol en The Walking Dead. Pero el Barça no tendrá a Messi. Otra vez el vaso medio lleno (el Madrid sin Ronaldo es una primavera sin flores) y el vaso medio vacío (el Barça sin Messi es como la bandera de Japón sin el puntazo rojo). Así que el partido Barça-Madrid se presenta como el encuentro entre vasos perfectamente medio llenos y manifiestamente medio vacíos. Espero que un Barça medio lleno gane a un Madrid medio vacío, pero confío en que Ter Stegen pueda ayudar a que un Barça medio vacío no pierda con un Madrid medio lleno. El caso es que tanto el juego del Barça como el del Madrid tiene a sus aficionados un poco sedientos, así que después del partido del Camp Nou es posible que alguno tenga que recorrer el desierto con un vaso de agua vacío. Y sin Messi. O sin Ronaldo. Yo qué sé.

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