Me he decidido a escribir este artículo después de leer y escuchar algunas opiniones fuera de contexto y, lo peor, alejadas de la realidad del siglo XXI, tomando como referencia el mundo de los drones por su impacto en la sociedad en diversos ámbitos (económico, empleo, nuevas profesiones, deporte?).

El hecho, la innovación y la inteligencia humana han llegado antes que el derecho. Y así funcionan las sociedades democráticas: el derecho ha de surgir después de las nuevas realidades y no a la inversa. En lo que aquí nos ocupa, estamos ahora justo en ese momento que impone una regulación para evitar un problema social. Hemos visto, por ejemplo, los conflictos que se han generado en torno a Uber, Cabify, el patinete eléctrico?

Entiendo que los que defienden que los eSports son los culpables de la obesidad infantil se apresurarán a decir que hay que prohibirlos, pues no se practica el deporte tradicional o que en casa los robots de limpieza también habría que ilegalizarlos? La tecnología llega antes que la regulación y así ha sido siempre.

En el deporte ocurre lo mismo: federaciones deportivas como las de automovilismo o de aeronáutica han introducido como modalidad deportiva los Simracing (simuladores de coches o motos?) o las carreras de drones, una competición deportiva oficial que usa el espacio digital para competir. Algo que, por cierto, en el borrador de Ley del Deporte de Canarias no han introducido, pues no reconoce el espacio digital. Esta Ley corre el riesgo de quedarse en el analógico papel y lejos de esta sociedad del siglo XXI. Paradójicamente sí que incluye, en su artículo 24, las carreras de coches de madera? Respetable? pero, ¿se imaginan que en un patio de colegio se ponga un coche de madera y un dron? ¿Hacía dónde irían los niños y niñas? ¿ Qué les resulta más familiar?

En estos días he leído que se ha creado la Liga Canaria de eSports de Hiperdino. Una iniciativa igualmente respetable y, desde luego, más actualizada, acorde a los tiempos que vivimos. Mi pregunta es: ¿Quién regula eso? ¿No hay normas cuando los detractores han dicho que es una droga tecnológica? Hemos oído muchas veces que los eSports han llegado para quedarse. Parece que sea un frase hecha, pero es tan cierta como que cada día nos levantamos y miramos si tenemos mensajes en el móvil o leemos la prensa digital.

El deporte digital está cada día mas presente en nuestras vidas y en la de nuestros jóvenes. Deporte y juego van de la mano en los nativos digitales. La juventud ha cambiado su forma de consumir y de hacer deporte. Los hábitos deportivos están cambiando y han ido incorporando la tecnología en las nuevas prácticas deportivas, y sería un error pretender cerrar los ojos a esta realidad. Las competiciones digitales (League of Legends, la NBA2K, Dron Racing League?) son las tendencias de deporte de las nuevas generaciones.

A veces se habla de los problemas de los juegos digitales, pero el mito del sedentarismo de jugadores y jugadoras ha quedado desfasado. Los gamers (jugadores digitales) se preparan igual que los tradicionales, entrenan en el gimnasio, siguen una dieta sana y practican la concentración y estabilidad mental para conseguir los mejores resultados en el juego.

Como no podía ser de otra forma, los deportes electrónicos también han llegado al mundo de la educación. Las clases de robótica y la construcción de drones son proyectos que están revolucionando el sistema de enseñanza aprendizaje, al igual que lo hicieron los ordenadores. Este proceso de innovación educativa redunda en una mejora de la calidad educativa.

El campo de los drones voladores es, desde su nacimiento, un deporte con dos vertientes: es a la vez un deporte de carreras por radiocontrol y un eSport, ya que en los simuladores de pilotaje también se compite. Y sus imbricaciones deportivas, sociales y tecnológicas hacen de esta práctica deportiva un vehículo ideal para la educación de los más jóvenes.

El uso de drones en la educación tiene múltiples aplicaciones, bien como herramienta para trabajar habilidades cognitivas y sociales, bien para trabajar habilidades personales. En efecto, al incorporar esta modalidad deportiva en las aulas alumnos y alumnas mejoran sus conocimientos de matemáticas, geografía, física, idiomas, tecnología? Sin hablar de las habilidades que se mejoran con el trabajo en el aula y con la competición, tales como la empatía, el trabajo en equipo, el respeto a las normas, la canalización de la energía, la creatividad, la comunicación, el afán de superación y otras que les servirán para mejorar sus relaciones personales y sociales.

Probablemente hemos de rediseñar los planes de estudio para introducir estos avances tecnológicos en las aulas. Para niños y niñas será un juego, pero mientras juegan aprenden y conocen las nuevas tecnologías podrán desarrollar las habilidades mencionadas, lo que será fundamental en su futuro profesional.

La investigación en los diferentes tipos de aeronaves no tripuladas es cada día mas popular en los institutos de investigación y las universidades, sin olvidar las empresas privadas que apuestan fuertemente por esta tecnología. Recordemos que además del entretenimiento, el uso de drones tiene diferentes aplicaciones a nivel profesional en diversas áreas como el control de tráfico, el transporte de medicamentos, el acceso a lugares difíciles en catástrofes naturales o accidentes, el control de incendios, la predicción de tormentas o la industria portuaria y offshore, entre otros muchos. Existen muchas tipologías de drones, terrestres, acuáticos? sí que es cierto que los voladores se relacionan de forma directa, actualmente, con los simuladores de vuelo, en los que también se compite como eSport.

Es evidente que, como cualquier deporte, deberá estar regulado. La industria de los drones se está desarrollando rápidamente y lo debe hacer con todas las garantías de seguridad. Actualmente, el uso civil de aeronaves pilotadas por control remoto (RPA) en nuestro país está regulado por el Real Decreto 1036/2017. La nueva regulación permite operar con drones en nuevos escenarios como vuelos en zonas urbanas, vuelos nocturnos y vuelos en espacio aéreo controlado. Esta regulación establece un nuevo marco jurídico y señala las pautas a seguir por los operadores de drones, tanto a nivel profesional como recreativo.

Si bien como práctica deportiva, todavía queda mucho trabajo por hacer. Estamos en los inicios de lo que serán grandes espectáculos deportivos del futuro. Todavía hay mucho por normalizar e imaginar. Se necesita el apoyo de organizaciones reguladoras y federaciones que no estén ancladas en conceptos caducos y que apoyen a las nuevas generaciones.

No obstante, habrá que seguir regulando su uso por posibles problemas de protección de la intimidad, seguridad para las personas y las cosas, así como posibles accidentes. Pero es innegable que el uso de los drones será generalizado al mismo nivel que los smartphones, por lo que no podemos perder de vista su potencial para ofrecer una mejora de la calidad de vida.

La nueva era tecnológica trae de la mano cambios vertiginosos en la vida y en la educación y no podemos dar la espalda a estos cambios. Debemos integrar las nuevas herramientas tecnológicas en nuestras aulas, dentro de los procesos de enseñanza aprendizaje, haciendo que la educación sea una experiencia eficaz para todos.