Hoy asistimos al solemne acto de apertura del curso académico 2018-2019 de nuestra universidad. Que inicia su andadura con las titulaciones oficiales que exige la ley, más una serie de titulaciones propias (grados y másteres). Además, comienza con vocación de permanencia y en la seguridad que para futuras generaciones; será centenaria.

Este acto inaugural tiene para muchos de nosotros un especial significado, por cumplirse 30 años (el mes pasado) de la creación de la Fundación Bravo Murillo y la Escuela Superior de Comercio Exterior (Escoex). Y años más tarde, el Instituto Internacional Bravo Murillo (I.I.B.M.) para formación de empresarios y directivos de empresas e instituciones. Estos son los cimientos de esta universidad, 30 años formando personas. Y tenemos ya varios miles de personas que trabajan en Canarias, en la península y en varios continentes. Un centro de estudios con una tasa de empleabilidad media del 97%.

Todo comenzó tres años antes (1985), cuando un grupo de amigos nos reuníamos por costumbre en el Hotel Santa Catalina para hablar de temas relacionados con el desarrollo de la economía de nuestras Islas. Fue en una de esas reuniones, en donde Rafael Molina (Técnico Comercial del Estado), Rafael Esparza (Economista), Cayetano González Roca (Empresario) y yo mismo, coincidimos en la necesidad de tener personas expertas que pudieran impulsar la internacionalización de la economía canaria. Idea que no pudimos poner en marcha por falta de recursos económicos. Sin embargo, la oportunidad surgió un año después, al ser yo elegido presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas (1986). A partir de ahí, con una gran institución que nos respaldaba, se iniciaron conversaciones con otras instituciones, como el Banco Exterior de España, la Institución Ferial de Canarias, la Confederación de Empresarios, el Club de Exportadores y la consejería de Comercio del Gobierno de Canarias, y en octubre del 88 todos juntos creamos la Fundación Bravo Murillo y Escoex.

El primer patronato lo formamos representantes de dichas instituciones, con Luis Gálvez y yo mismo como presidente de La Cámara. Al mismo tiempo, le propuse al economista jefe de nuestra Cámara, Jacinto Artiles, el cargo de Director General de la FBM y de Escoex, puesto que aceptó sin dudarlo. A partir de ahí, ha sido mi más leal y principal colaborador, dedicándose en cuerpo y alma a nuestro proyecto hasta hoy, como vicepresidente ejecutivo de nuestra universidad.

Tengo además que añadir que nos ayudaron otras instituciones, empresas y mecenas, a los que agradecemos todo su apoyo durante estos 30 años. Sin ellos, no hubiéramos conseguido ninguno de nuestros objetivos. Me refiero a la ayuda inicial de la Esic-Madrid, de la Universidad de Gales 1991, (Hoy David Saint Trinity University), del Instituto San Telmo de Sevilla y de más de 200 empresas en las que nuestros alumnos hicieron prácticas durante todo este tiempo. Y destaco por su gran importancia el mecenazgo de la Fundación Mapfre Guanarteme, gracias a la persona de su presidente, Don Julio Caubín, sin cuyo apoyo no hubiéramos superado los momentos más difíciles de nuestra institución.

Por último, y más reciente, agradecemos al Excmo. Cabildo de Gran Canaria (bajo la presidencia de D. José Miguel Pérez), la generosa donación por 50 años del campus de las Oblatas, cuyo proyecto técnico está prácticamente terminado y se abordará a partir de los próximos cursos en un adecuado plan de etapas.

Por otro lado, destaco también que, gracias a la homologación de las titulaciones por la Trinity- Gales University, pudimos adaptarnos a los criterios de Bolonia, antes de la firma del propio acuerdo europeo, ya que el mismo se basó en el sistema británico. Y conseguimos una elevada tasa de empleabilidad, a la que me he referido antes, y la homologación de nuestros titulados en el resto de la UE.

En fin, han sido 30 años de trabajo intenso por parte de muchas personas: alumnos, profesores, empleados etc., además de los nuevos patronos de la fundación que se incorporaron en 1995 (siete años después), eliminando instituciones y sustituyéndolas por personas físicas (empresarios).

Y fue en esta nueva etapa en la que el proyecto Universidad empieza a coger ímpetu.

Los Patronos estamos convencidos de que nuestro principal recurso natural es el capital humano. Las Personas son el principal elemento generador de riqueza y bienestar, y es por ello que la clave está en su Educación y Formación, y a través de ellas: el Talento, el Conocimiento y la Innovación.

Hemos formado y seguiremos formando personas íntegras que tengan valores y actitudes, además de conocimientos, que puedan transformar la sociedad canaria y colaborar con nuestro entorno geográfico. En definitiva, que sean útiles a nuestra sociedad.

Nadie duda que todos los países del planeta persiguen hoy impulsar el crecimiento y ganar competitividad, para a su vez generar empleo.

Y hoy, hemos de hacerlo de acuerdo con lo que propone el Banco Mundial como base: la economía del conocimiento y de acuerdo también con las estrategias de Europa 2020: Estamos por ello obligados a impulsar un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Por lo tanto, tenemos todos que coincidir en que la principal apuesta de futuro está en la Educación y la Formación, y en los sistemas de innovación y su desarrollo, así como su evolución en Canarias como un verdadero ecosistema.

Decía nada menos que en el S. XVIII, uno de los padres fundadores de EE UU, Benjamin Franklin: "El mayor interés que paga una inversión es: el conocimiento"

Y nosotros decimos: todo lo que Canarias invierta en activos tangibles o intangibles, para el desarrollo de la formación, la educación y el talento, tanto en las personas como en las organizaciones, será la fórmula más eficaz para alcanzar una sociedad más próspera, integradora y justa.

Nosotros pretendemos hacerlo desde nuestra universidad, pero hacerlo con visión y compromiso, motivando e ilusionando a la sociedad civil. Recuerdo que, en 2010, cuando la Fundación Everis publicó el informe Transforma España (en el que participé) pedíamos el cambio de modelo educativo. Pero ese deseado cambio no camina a nivel nacional porque la falta de pactos en España retrasa el progreso de la educación.

Termino recordando al filósofo y economista alemán Max Weber, que decía en su libro El político y el científico, "las decisiones deben tomarse con pasión, mesura y responsabilidad". Atributos que a nosotros nos gustaría se aplicasen en instituciones como la nuestra y también en otras muchas, que tanto los necesitan.

Muchas gracias.