El periodista Diego Talavera, que fue director de LA PROVINCIA, me enseñó en una ocasión que escribir de los demás es en cierto modo escribir de uno mismo. Vaya si tenía razón. Resulta emocionante estar aquí, en la sala Ámbito Cultura de El Corte Inglés, con ocasión de la presentación del nuevo libro de Ángel Tristán Pimienta El 68 y la larga transición. Crónica personal de medio siglo.

Aquí se encuentra el periodista y político, José Carlos Mauricio, una persona a la que tengo que agradecer el apoyo leal que me ha brindado en los últimos años, los más difíciles de mi vida profesional como director de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas en unos tiempos de mucha mezquindad y abundante desconocimiento sobre el papel y la contribución de los medios de comunicación a la construcción y desarrollo de la democracia.

También está aquí, el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Miguel Pérez, un histórico colaborador de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas, profesor en mis años de BUP y COU y vecino de la familia en la calle Doña Perfecta de Schamann y al que a buen seguro mi padre, Antonio Cacereño Díaz, pinchó más de una vez cuando ejercía de Practicante o ya de ATS en el barrio.

También está aquí el presidente de la Sociedad Económica de Amigos del País, Tomás Van de Walle, genuino representante de la sociedad civil canaria, grancanaria y de Las Palmas de Gran Canaria, en particular, que es la que tanto ha marcado el devenir de esta región, y a la que este noble de perfiles hidalgos y actividad más propia de un inquieto agitador social que de la aristocracia tanto ha contribuido.

Comparto mesa también con el comentarista político y ajedrecista, José Miguel Fraguela, un hombre cuya sapiencia, análisis y puntos de vistas contribuían a conformar el contenido de algunas de mis crónicas en mi etapa como redactor de Economía y Política o ayudaban a pasar velada en nuestras andanzas por aquella Las Palmas la nuit y un poco más o en veranos en Agaete o en esos encuentros en casas de amigos comunes que aún de cuando en cuando prodigamos.

Completa esta suerte de aquelarre el autor de libro, Ángel Tristán Pimienta, periodista todo terreno, ex director de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas si es que alguien como él puede ser alguna vez ex de algo, ex director del Club Prensa Canaria -hoy Club LA PROVINCIA- actual presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y dos piedras, como le gusta apostillar.

Hace poco más de dos meses quienes hacemos o hemos hecho LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas nos reunimos para celebrar 40 años de Editorial Prensa Ibérica, la compañía que nació de Editorial Prensa Canaria, que dio el salto a la Península, que trasladó al resto de España sus valores de independencia, pluralidad y cercanía a los ciudadanos, con todos sus aciertos y errores, y que se ha convertido en uno de los grupos empresariales de prensa regional más importantes del país. No sin la contribución de Ángel Tristán Pimienta que llegó a trabajar en otra de nuestras cabeceras insignes, la de Faro de Vigo, en Galicia. En un trabajo especial por esas fechas con motivo del 40 aniversario de Prensa Ibérica -nació el 6 de diciembre de 1978 el mismo día que se votó la Constitución-, el consejero y alma mater y hasta pater de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas y de muchos periodistas, Guillermo García Alcalde, escribía de Tristán: "Ángel Tristán, nacido periodista y trabajador del matutino desde que era un muchacho, impulsó [en su etapa de director] la imaginación que él mismo había desarrollado como redactor, jefe de sección, redactor jefe y subdirector, dominando todos los registros de la profesión y fecundando los resultados desde la vocación y el rigor".

Tristán nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1948 y comenzó su actividad periodística en 1966 en Diario de Las Palmas. Se puede decir ue llegó de la mano de Salvador Sagaseta con quien había coincidido en una revista que se hacía en el Instituto Pérez Galdós. Sagaseta, a quien Tristán tuvo siempre gran afecto, al que consideraba su mentor y al que calificaría como "la última víctima del franquismo" era responsable en Diario de Las Palmas de la página 'Luz Verde a la juventud'. La misma que llevaría a Salvador Sagaseta a sufrir dos consejos de guerra por publicar un poema titulado 'Consejo de Paz'. Una peculiar y potente historia que ya ha dado para un libro de Nicolás Guerra Aguiar - Tres consejos de guerra y un consejo de paz- y que, a mi juicio, debería contar con documental.

Participó en la fundación de la revista Sansofé entre 1969 y 1970, de la que fue redactor y coordinador. Sus trabajos sobre la situación del transporte en Gran Canaria, entre otros, llamaron la atención. Apuntaban a un estilo de reporterismo que escribiría nuevas páginas en LA PROVINCIA, en la que empezó a trabajar en 1968 primero como colaborador y luego como redactor entre 1970 y 1982; fue jefe de información regional entre 1982 y 1984; y redactor jefe entre 1984 y 1986. Durante poco más de un año fue subdirector de Faro de Vigo. Hasta que en 1987 retornó a las Islas como subdirector, puesto que desempeñaría entre 1987 y 2000.

En diciembre de 2000 se convirtió en director adjunto de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas. Entre 2005 y 2009 fue director del periódico para posteriormente pasar a dirigir el Club Prensa Canaria hasta su jubilación, si es que alguien como Tristán se jubila alguna vez, en 2015. Fue designado presidente del Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ese mismo año. Y hasta la fecha.

Como director de LA PROVINCIA / Diario de Las Palmas entre 2005 y 2009, recién cumplidos los 57 años, llevó a cabo un rediseño del periódico para adaptarlo a las tendencias de la época y se dio color a todas sus páginas. Se creó la edición digital, ya que hasta entonces la presencia en internet se reducía a una página estática en la que se volcaban informaciones del rotativo. Apareció la revista Top Canarias para abordar temas de sociedad y vanidades y, como interesante legado en materia de contenidos, su especialidad, se realizaron trabajos periodísticos en los que implicaba a toda la redacción sobre '40 años' de la segunda etapa de LA PROVINCIA y otros dedicados a 'Los Canarios' o el 'Cambio Climático'. También se incrementaron las sinergias con La Opinión de Tenerife, periódico de Prensa Ibérica, y se mantuvo la guardia bien alta en los asuntos que tenían que ver con la corrupción y que por vez primera ocupaban planas y más planas, tal vez demasiadas vistos los pocos éxitos policiales y judiciales cosechados pasados los años. El periódico, como ahora, hizo su trabajo y a otros corresponde haber hecho entonces y hacer ahora, el suyo.

Durante su vida profesional también fue corresponsal de las revistas madrileñas Cuadernos para el diálogo y Gaceta Ilustrada y del semanario económico Desarrollo. Hizo reportajes para el programa de Televisión Española 'Panorama de Actualidad' y dirigió un espacio informativo en Radio Canarias FM 103.

Fuera del oficio, se presentó a unas elecciones al Senado y en 1981 fue elegido miembro de la Junta de Canarias. En la década siguiente hizo sus pinitos en el Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Pese a todo lo que se ha dicho, Tristán Pimienta será recordado por su implicación en la consecución y construcción de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Primero, en labores de agitación y propaganda, una suerte de 'Agitprop', para hacer posible la institución académica y luego, en varias etapas, como responsable de que el centro cumpla de manera eficaz con los objetivos y retos que demanda la sociedad.

Y será recordado también por momentos estelares.

Su reportaje sobre la pobreza desde dentro en la que el periodista llega a vestirse de mendigo y a ejercer de tal bajo gorro y abrigo en la calle Doctor Chil de de Las Palmas de Gran Canaria.

Su encuentro en rueda de prensa, la madrugada del 25 de enero de 1968, con el doctor Christian Barnard en Gando. Aquella cita dio la vuelta al mundo. El jovencísimo redactor puso en manos de Barnard, pionero en el trasplante de corazón, dos manzanas "rojas, maduras y algo ovaladas" para que hiciera una demostración práctica y explicara las diferencias sustanciales entre el método que había usado en el Groote Schuur Hospital de Sudáfrica y el del Hospital de Cabo Alto, en California. El doctor hizo la demostración valiéndose de una navaja de bolsillo. El propio Barnard, en conferencias pronunciadas los meses siguientes en universidades y foros internacionales hacía mención a aquella "operación quirúrgica" a unas manzanas en Gran Canaria y al ingenio del periodista.

Sus Apuntes, una colección de miles de artículos de opinión de las más variada temática escritos durante décadas, un día sí y el siguiente también.

O sus trabajos sobre Defensa, desde la comisión del PSOE en la que participó, a las crónicas sobre la presencia de barcos rusos y estadounidenses en aguas del Puerto de la Luz en plena guerra fría o sus encuentros y viajes a este lado del muro de Berlín con Javier Solana, quien fuera ministro de Asuntos Exteriores, secretario general de la OTAN y Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Mr. Pesc, de la Unión Europea.

Cabe reseñar para intentar completar este estriptis casi integral que es un hombre que recibió la Cruz al Mérito Naval y la Encomienda del Mérito Civil. Publica ahora su octavo libro, un repaso necesario, cuenta en él, a cosas que ocurrieron mientras pasaban estas otras que les he contado. Que ustedes lo lean bien.