La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fernando Canellada

AZUL ATLÁNTICO

Fernando Canellada

Una empresa

Fernando Clavijo va a cumplir cuatro años al frente del Gobierno de Canarias. Lo hace sin visos de cansancio como se ha podido comprobar ayer en el Auditorio Alfredo Kraus. Su ánimo político y su energía parecen intactos pese a los altibajos de una de las legislaturas más complejas de la reciente historia democrática. Sin corbata ante un auditorio encorbatado, sigue sin mostrar pasión de poder, a diferencia de otros bien cercanos y más progres. Ni trata de abarcar ni dominar todo. Y da la impresión, por lo visto y oído, que gobierna Canarias más como una gran empresa que como un gran espectáculo.

Hay políticos que debieran rendir cuentas de su gestión y se dedican a lanzar balones fuera, recurriendo aún la crisis como salvavidas en el que parapetarse para eludir responsabilidades. No es el caso de Clavijo. Con luces y sombras, no ha acertado en todo, a la hora del balance, su impronta sobre Canarias está siendo nítida, despejando históricos bloqueos, como la Ley del Suelo o el nuevo Estatuto, y abriendo horizontes de futuro con instrumentos como el REF. Con las elecciones en el horizonte y con un proceso judicial vivo, como el caso Grúas, estos años revelan un liderazgo que ha afrontado los problemas personales y políticos, hasta ahora, con solvencia. Ha abierto caminos que Canarias no culminará con él pero ha sido decidido con los suyos para marcar una senda irreversible. Trata de hacer una Canarias distinta y mejor, que nunca había estado económicamente tan cerca de los niveles medios de España. Está sudando la camiseta, aunque parezca inmutable.

Compartir el artículo

stats