La lección de clausura del pasado curso académico de Escoex, la primera facultad de la Universidad del Atlántico Medio, fue impartida por Germán Suárez, patrono de nuestra Universidad. Su repentino fallecimiento me obliga a dejar por escrito algunas de las ideas que transmitió a los graduandos en aquella lección magistral.
Pronunció en esa ocasión unas palabras que siempre nos iluminarán. Su personalidad directa, de hombre sencillo y gran señor, enmarcó su discurso dando el relieve y el significado preciso a sus palabras, que sonaron en la sala y también en el corazón de todos los que le escuchábamos. "No tengan miedo, den el paso convencidos de que van a lograr su objetivo". Esta fue la idea sobre la que giró su discurso. Sus palabras sonaron verdaderas, plenas de contenido y autenticidad, porque fueron pronunciadas por alguien que había encarnado en su vida el mensaje que quería transmitir. "No desconfíen de sus capacidades. Todo se logra trabajando". Ahora somos aún más conscientes de la sinceridad de aquellas palabras, cuando su inesperada desaparición nos obliga a pensar en su lograda vida. "A los 16 años, mi ilusión era hacer medicina, pero por falta de medios, empecé a trabajar en el Puerto".
Su lección fue pronunciada con la serenidad de la experiencia y con la ilusión de un espíritu joven. Cuando le oí decir que habría querido ser médico, no pude evitar el pensamiento de la gran pérdida para la medicina. Qué gran médico perdió el mundo y qué gran empresario ganamos todos.
"Me tocó estudiar en la universidad de la vida, en mis dos primeras empresas; en ellas aprendí y me preparé para dar el paso siguiente. Empecé de cero, con 27 años llegué al nivel máximo ejecutivo, y a los 32 años quería ser empresario". Y llegó a crear un grupo empresarial de ámbito internacional. Germán Suárez ha sido un hombre de virtudes; sus palabras y su ejemplo adquieren ahora la categoría de piedras basilares de nuestra Universidad.
Fdo. J. Jacinto Artiles Ramírez. Vicepresidente de la Universidad del Atlántico Medio
