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En voz alta

La Guardia Civil: 175 años de España

(En homenaje al duque de Ahumada)

Desde su fundación, hace 175 años, la Guardia Civil ha servido, con heroica y ejemplar entrega, a sus obligaciones constitucionales, a pesar de los enfrentamientos civiles unas veces violentos y otras larvados de las dos Españas, a todos los gobiernos y regímenes políticos de España, muchos de los cuales intentaron infructuosamente disolverla o desmilitarizarla, aunque, sin excepción, no vacilaron en acudir a ella para mantener el orden público y el imperio de la Ley, y para vertebrar España como gran Nación, desterrándola del esperpento de una pretendida plurinacionalidad que no ha existido jamás históricamente.

La Guardia Civil ha sido un pilar fundamental para la consolidación de la democracia surgida de la Transición, la etapa histórica de mayor estabilidad y progreso de la España contemporánea, por la que se han sacrificado 236 guardias civiles asesinados por la banda terrorista ETA, la mayoría muy jóvenes, con la secuela de muertes de sus hijos y familiares inocentes en los sangrientos atentados contra la Guardia Civil y sus casas, como el atentado, entre otros, contra la casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987, con la explosión de un coche bomba con unos 250 kg de amonal, que ocasionaron 11 muertos (entre ellos seis menores) y 88 heridos, la mayoría de ellos civiles, que se atribuye a Josu Ternera, detenido hace unos días por la Guardia Civil en colaboración con la policía francesa, en la operación que se ha llamado Infancia robada, en homenaje a los niños asesinados en dicho atentado.

Con el paso de los años se ha acrecentado la figura histórica de Francisco Javier Girón y Ezpeleta, duque de Ahumada, fundador de la Guardia Civil. Luchó como capitán y como coronel contra las partidas carlistas y en 1834 ascendió a brigadier, y seis años más tarde, a mariscal de campo. Todos los actos de su vida se distinguieron por su carácter meticuloso y legalista, y por su lealtad a las instituciones, dejando al margen las intrigas y conspiraciones de la Corte propias de la convulsa etapa histórica que le tocó vivir. El historiador Aguado le ha definido, certeramente, como "un hombre culto, ilustrado, justo y meditado en sus determinaciones, correcto siempre en el trato e infatigable para el trabajo, muy capacitado como organizador de grandes unidades, sin ambiciones políticas, se situaba por encima de sus ideas políticas o al margen de ellas", lo que no le impidió ser nombrado senador vitalicio y vicepresidente de la Cámara Alta en dos legislaturas a la vez que desempeñaba la Inspección General de la Guardia Civil. En la Cartilla de la Guardia Civil, considerada como el auténtico código moral del Instituto, cuyos preceptos siguen en plena vigencia, se dotó a los guardias civiles de una filosofía de servicio en la que priman la proximidad al pueblo, la lealtad, el rigor y la disciplina en el desempeño del servicio, el respeto a la ley y el culto al sacrificio y al honor. El duque de Ahumada ha sido, sin duda, una de las figuras militares más importantes de la España contemporánea, a la altura de Espartero, Prim y Weyler, de tal manera que le hace merecedor de que se le erija una estatua ecuestre en todas las plazas de los pueblos de España.

En sus Episodios Nacionales, la principal y fundamental novela historiada de nuestro convulso siglo XIX, remata genialmente Don Benito Pérez Galdós la etapa de Gobierno de González Bravo subrayando la creación de la Guardia Civil como la gran excepción positiva de su mandato, con estas palabras: "Y no fue su Gobierno de cinco meses totalmente estéril, pues entre el miserable trajín de dar y quitar empleos, de favorecer a las coacciones, de perseguir al partido contrario y de mover, sólo por hacer ruido, los podridos telares de la Administración, fue creado en el seno de España un ser grande, eficaz y de robusta vida, la Guardia Civil". Galdós comprende la entraña institucional de la Guardia Civil y la expresa de forma bellísima e insuperable: "Fue creado en el seno de España un ser grande, eficaz y de robusta vida, la Guardia Civil". Estas afirmaciones las hacía Don Benito a finales de 1900, con su perspectiva del tiempo y su proverbial capacidad para analizar críticamente la España de su tiempo, como notario implacable de sus desgracias. Al celebrarse los 175 años de la fundación de la Guardia Civil el pronóstico de Galdós se ha cumplido plenamente.

Eligio Hernández. Magistrado

jubilado, ex fiscal general del

Estado y ex vocal del Consejo

del Poder Judicial

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