A Manuel Domingo, azul y rojo, a sus amigos, Francisco-Cuco, Joaquín-Chanín y Antonio-Fefo, a Marujita, y cómo no a Alerxis, que con todos hace que muchos de los que ya estamos más p'allá que p'acá nos vayamos a dormir y despertemos con una sonrisa.Gracias por contarnos su vida, sus milagros, sus hipotecas y sus encuentros. Ha mucho tiempo que nos acompaña, a pesar de los años que van pasando... A esta persona y personajes es a quienes debemos agradecer que nuestras vidas podamos mirarlas desde un ángulo distinto, porque nos relata, nos cuenta cómo éramos, somos y seremos. Muchos totorotas se creen que debemos atender a los mediocres; pero la realidad diaria nos dicta que nuestra obligación para ser felices, para afrontar la vida con ganas de vivirla, debemos fijarla sobre esta gran persona que, a pesar de sus sinsabores, logra cada día arrancarnos esa sonrisa, esos recuerdos que nos hacen enfrentarnos al p'allá con más valentía, porque la vida es bella. Con su timple, su Isleta, con su vida, fiel reflejo de la de muchos españoles que vivimos como nos cuenta, pero con su gracejo habitual. Gracias Manuel Domingo, su labor diaria, por encima de su salud, y de los envidiosos que hasta le queman la chistera, no hice la mili con usted, ni soy pariente suyo, y tampoco de la secreta, tan sólo soy alguien a quien con su azul y rojo alegra y anima el día a día.

Gustavo García-Valdecasas Cano. Vélez-Málaga (Málaga)