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ARTÍCULOS DE BROMA

Irritación del particularismo

Cuando aumenta el número de partidos se amplía la percepción de las diferencias porque esos grupos asientan su identidad en lo que les distingue y porque crecen sumando partículas (partes pequeñas) lo que propicia el particularismo. Todo viene de parte. El particularismo se define como la preferencia excesiva que se da al interés particular (lo que se llaman vulgarmente "mis mierdas" o "tus mierdas") sobre el general. De políticas generales ya nadie habla porque el poder acumulado en el liberalismo económico las traba y porque el discurso individualista ha logrado que sólo nombrarlas sea topar con La libertad.

La vida cotidiana de los españoles cambió poco entre elecciones. Los contratos y la basura comparten contenedor, los salarios no garantizan el pan y la sal a fin de mes, tener techo ocupa la mitad del esfuerzo de la mitad de la vida, aquí y en Cataluña. Lo que ha cambiado los votos son los discursos más particularistas, sesgados y con perspectiva única, que polarizan. Diferencia contra diferencia: el mechero de Franco contra la performance antitaurina y los dos cojones contra la identidad resumida en sexualidad cambiante no gonadal ni necesariamente coincidente. La derecha kitsch adelantó a la izquierda freak.

Después de tres años para entender la obviedad de que los partidos parten y de otros dos para concluir que los bloques bloquean; después de sustituir el diálogo por los gestos y la discusión por la bronca y después de tirarse los abuelos muertos a la cabeza, no cabía esperar un resultado que facilitara el acuerdo. El tronismo acudió a votar el domingo con los particularismos muy irritados y apenas modificó el resultado general para la gobernabilidad.

Hay un fulano menos en el liderazgo de particula- rismos.

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