Una atenta lectora de esta sección relata una peripecia inquietante a bordo de un vuelo de Iberia de Madrid a Las Palmas. La pasajera María Cruz S. A. facturó su maleta y se subió al avión con una tarjeta de embarque a nombre del señor R. C. G , viajero platino que también se encontraba a bordo, en otro asiento. El escándalo fue mayúsculo cuando se descubrió el doblete de identidad entre el pasaje. Y el cabreo se impuso entre los que se percataron del supuesto error técnico de la Compañía. María Cruz se percató de que su nombre no figuraba en la tarjeta al borde del finguer, cuando ya había facturado la maleta y había pasado el scaner de seguridad. En el último mostrador antes de embarcar, su DNI no correspondía con el nombre de la tarjeta y el documento 'pitaba' pues ese titular ya estaba dentro del aparato. Ante el inmediato "usted no puede volar", se plantó. Necesitaba estar en Gran Canaria por motivos de trabajo y ella no se había´equivocado en nada. Amenazó con llamar a la Guardia Civil y no dejar despegar el avión con su maleta. ante el posible caos, la dejaron subir y volar. Llegó y recuperó su maleta, pero el apuro no se lo quita nadie. María Cruz, de forma oficial, nunca voló desde Madrid. Pero volar voló.