La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ARTÍCULOS DE BROMA

¿Ya nadie da y calla?

La industria de la concienciación tiene más oferta de la que es capaz de absorber una conciencia normal. Hace dos domingos, en el Telediario, unos individuos se aprestaban para dormir en la calle una noche de diciembre con el fin de "crear conciencia sobre el drama de las personas sin hogar y visibilizarlos".

A los sin techo no hace falta visibilizarlos. En invierno, cuando intentas correr más rápido que el frío camino de una casa caliente que ofrece cena y cama, ves una persona tumbada entre cartones en un soportal o en un cajero automático y ya no ves otra cosa. A las personas sin hogar no hace falta visibilizarlas; hay que invisibilizarlas en interiores cálidos y cómodos. En la "visibilización" sólo se veía a los voluntarios de un simulacro para el Telediario cuando la realidad tiene petados los albergues. No era una visibilización, era una suplantación.

Detrás de esta primera "Gran dormida mundial" que se celebró en Madrid y en otras 50 ciudades, está la búsqueda de 50 millones de dólares para ayudar a sintecho y a refugiados. Bien. La estrategia recurrió al repertorio visibilizador habitual (performances, flashmobs, coreografías y teatro de calle) y explotó -15 euros costaba la donación para dormir en la calle- el coleccionismo de experiencias, el gusto por el simulacro y el excursionismo al drama ajeno que frivolizan la dureza de la noche a la intemperie. Las personas "sin hogar" no lo serían si su desgracia durara una noche. Estas acciones de propaganda llueven unas sobre otras, calan a todos menos a los que están a cubierto por falta de conciencia y no necesitan tanto espectáculo cuando se aplican a problemas de proximidad donde es más útil poner más manos a la obra de verdad y menos figurantes a la obra de teatro.

Compartir el artículo

stats