Canarias se erigió como ejemplo de regulación basada en incentivar la electrificación del parque para reducir las emisiones, eliminando el IGIC a los vehículos eléctricos y bajándoselo a los híbridos hasta el 3%. Sin embargo, una última propuesta le ha dado la vuelta a la tortilla y no ha cuajado bien entre las compañías de rent a car.
Los cambios impositivos anunciados por el Gobierno regional proponen un mismo IGIC, del 15%, para cualquiera de los vehículos que se alquilen en las Islas, metiendo en el mismo saco a los coches de altas cilindradas y más emisores con aquellos cero emisiones. Se trata de una medida fiscal que desaprovecha una oportunidad de regular en favor de los vehículos menos contaminantes por priorizar una mayor recaudación, tal y como han asegurado desde la Asociación Profesional de Empresarios de Coches de Alquiler de Canarias (Apeca).
A priori, el alquiler de modelos electrificados no gozaría de ninguna ventaja fiscal frente a aquellos de combustión, a lo que se suma también la necesidad de seguir desarrollando infraestructuras de carga eléctrica en las Islas donde, a pesar de estar por encima de la media española -según datos del Barómetro Anfac de la Electro-Movilidad-, todavía se encuentra lejos de liderar el desarrollo de puntos de recarga en España.
Entonces, ante esta disyuntiva de apostar por un vehículo de combustión o probar a conducir un eléctrico, ni los turistas que visitan las Islas ni los residentes canarios verán una ventaja en el eléctrico. Además, cabe recordar que el alquiler también es, en algunas ocasiones, una forma asequible de poder conducir modelos aspiracionales que por su precio restrictivo no se podrían tener en propiedad. Modelos que, en su mayoría, cuentan con un alto número de caballos y que, por ende, suelen ser más contaminantes.
¿No sería más lógico que alquilar un vehículo beneficioso para el medio ambiente, pero del que todavía hay mucho desconocimiento, tuviera una ventaja fiscal frente a otro que emita por encima de los 120 gramos de CO2 por kilómetro? De igual manera que el anterior Gobierno canario estableció tramos de IGIC distintos para la compra de los vehículos de acuerdo a su nivel de emisiones, lo lógico sería que ocurriera lo mismo con los impuestos a la hora de alquilarlos.
Incentivar es siempre mejor que prohibir, pero lo que no se explica es que se favorezca el alquiler de los vehículos de combustión al estipular un mismo IGIC para todos los modelos de rent a car; ya que, en igualdad de condiciones, la popularidad de los modelos tradicionales es mayor que la de un eléctrico. Por ello, cumplir el principio de que quien contamina paga ayudaría a propiciar un cambio de comportamiento y a establecer un marco de responsabilidad medioambiental, fundamental para la lucha declarada contra el cambio climático.
Afortunadamente, las flotas de rent a car cuentan con los vehículos menos nocivos para el medio ambiente de todo el parque español -contaminan de media un 11% menos-, siendo las flotas de las empresas de Aneval las más descontaminantes, emitiendo el 73% de ellas por debajo de los 120 gramos de CO2 por kilómetro. Por ello, ya que las alquiladoras ofrecen una gran variedad de modelos electrificados amables con el medio ambiente, la solución está en trasladar la misma tasa de IGIC que estableció el anterior Gobierno en las compras al alquiler. De esta manera estarían fomentando las compras y el uso de los vehículos electrificados en Canarias, ayudando a muchos a familiarizarse con estos modelos a través del alquiler para que así, poco a poco, se popularicen en el mercado.
José Luis Sanz. Director corporativo de Aneval
