La Provincia - Diario de Las Palmas

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sol y sombra

Ideología y autoritarismo

Vox ha introducido en el debate una de esas iniciativas que por su estridente nombre y la forma de presentarlo acaban por darle una nueva baza populista a la izquierda de presentar a la derecha como un grupo de carcas que quiere imponer el veto por medio de sus conciencias. Se llama "pin parental" y con él se persigue evitar el adoctrinamiento en las escuelas, algo que, según está evolucionando la educación, parece justificarse, pero que sin embargo en la práctica supondría darle más de una vuelta al programa de socialización educativo en función de los intereses de cada cual.

Mucho más razonable que blindar la preocupación de los padres por las actividades extraescolares de signo identitario de sus hijos sería impedir que estas se colasen en el currículo haciendo de la educación un esperpento ideológico. Pero también es verdad que si el planteamiento que Vox pretende en las comunidades gobernadas por el PP y Cs chirría por su aridez conceptual y las complicaciones que puede acarrear en la educación pública, la respuesta de la ministra portavoz de que los hijos no pertenecen a los padres es otro teorema insalvable de la evangelización a que estamos expuestos debido al abuso de las ideologías. Una tras otra, el clima se hace irrespirable.

Lo que apetece decir es váyanse a la mierda unos y otros. Dejen de dividir y enfrentar a la sociedad. Planteen cuestiones racionales y las atenderemos con gusto. No puede ser que el mismo Gobierno que censura la judicialización de la política se apresure de inmediato a desenfundar judicialmente en este asunto cuando es tan remolón en los que atañen al "inhabilitado" Torra y Cataluña. El pasado sábado, sin ir más lejos, se produjo un rechazo masivo en las calles de Alicante a la imposición lingüística del gobierno del socialista Ximo Puig. ¿Tiene algo que decir la ministra a este otro tipo de pin autoritario que se extiende por el país?

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