La ciudad de Los Ángeles volvió a acoger un partido de los Lakers tras la muerte de Kobe Bryant. Todos los asientos del Staples Center, el pabellón en el que juega el equipo californiano, se llenaron de camisetas con los dorsales 8 y 24, los que lució el escolta durante sus 20 años de carrera. En los actos de homenaje al ídolo, la actual estrella del conjunto angelino, Lebron James, cogió el micrófono para trasladar unas palabras emotivas sobre su amigo con lágrimas en los ojos. También se honró a Gigi Bryant, la hija del jugador también fallecida en el siniestro. D.R.