Siempre se van los mejores. José Antonio Ruiz Caballero era vicepresidente de la Federación, médico, consejero del Cabildo y docente en la ULPGC, pero más reconocido en la casa amarilla por su paso como técnico de la UD. No tuvo una trayectoria larga como entrenador, ni la más laureada, pero sus conocimientos le hacían un fuera de serie. Tuvimos una relación cordial y siempre me sorprendió lo buena persona que era.

Ruiz Caballero era una persona siempre llena de libros. Su mujer era también muy estudiosa y se complementaban a la perfección. Médico de profesión, era antes doctor que persona. Tenía una gran capacidad de aprendizaje, en todas la facetas, tanto en la vida, en los estudios como en el deporte del balón, donde fue técnico de una UD que ganó a Barcelona y Real Madrid en la misma temporada, en la que logró salvar al equipo del descenso.

Una persona muy estudiosa del fútbol. Se escapa a mi entender si sabía jugar o no, pero conocía los entresijos de este deporte. Será recordado por el 4-3 al Real Madrid en el Estadio Insular. La UD, por entonces, no era brillante, pero logró hitos históricos. Antes de llegar al banquillo amarillo creó la Escula de Fútbol en la década de 1970 y fue entrenador de Las Palmas Atlético en 1980. Ruiz Caballero siempre estuvo ligado a la casa de la UD Las Palmas.

Como entrenador, siempre se preocupó por el físico de sus jugadores. Alto y atlético, era un preparador físico por naturaleza. Hacía las dos funciones, de entrenador y preparador.

Sus ruedas de prensa no eran muy llamativas, porque no provocaba situaciones tensas. No daba lugar a que los periodistas sacaran cosas fuera de contexto, ya que como estudioso se explicaba bien. La prensa, radio y televisión siempre le tuvo en muy buena consideración, aunque no era de dar muchas noticias. No le recuerdo un problema con los periodistas.

Llegó a la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas en la década de 1970 para integrarse en el claustro de profesores de la Escuela de Entrenadores, de la que poco tiempo después sería su director, cargo que mantuvo pese a ser vicepresidente, dando un nuevo nivel al ente formativo.

A lo largo de su vida publicó más de cuarenta libros, todos sobre el físico y el deporte, juntando los dos aspectos de la vida que más le gustaban: el fútbol y la medicina.