En la Universidad de Chochos y Pejines de la Mar Océana hemos constituido un grupo de trabajo multidisciplinar para el estudio de una especie que sólo aflora durante los carnavales: la mascarita ( mascaritus canariensis).

Para ello, hemos realizado incursiones de campo en las distintas aglomeraciones que se producen en estas fiestas tribales. La profesora Mauricia Jarea, por ejemplo, se camufló entre la multitud gracias a su disfraz de tortuga boba y se relacionó intensamente con especímenes que se tropezó en el Carnaval de Día de Vegueta.

Los informes que ha remitido son escalofriantes. Explica la doctora Jarea: "El individuo objeto de estudio, en su versión masculina, suele ataviarse con trajes dos tallas menores de la suya, quizá para marcar sus atributos, quizá porque busca provocar la hilaridad de sus congéneres. La escasez de ropajes deja al descubierto partes del ínclito, mostrando una generosa profusión de vello en las extremidades inferiores y superiores. Una peluca, en el 90% de los casos ladeada, corona un conjunto grotesco. Porta un vasotubo con un brebaje que va derramando sin pudor al son de endiabladas melodías caribeñas. Es bastante perturbador". La última vez que vimos a doña Jarea se subía en la guagua rumbo al parque, al grito de "¡Arriba, bichillos!". Ha dado su vida por la ciencia. Una valiente...