Desde que las Cholas To Guapas de Mogollón, de nuestra empresa Little Island&Jarea Co., fueron elegidas como 'las más resistentes around the world' por el comité del Libro Guinness de los récords se nos han multiplicado los pedidos. La verdad, estamos privadas de nuestro juicio". [En el salón de casa, Maruca sirve a los periodistas un tentempié en forma de tortillas de carnavales y clippefresa]. "¿Y cómo surrrrgió la idea, Marrruca"?, inquirió un plumilla del periódico germano Frankfurten Kartoffel Nokticien, mientras devoraba las viandas a mandíbula batiente. "Pues mire, son muchos años, mi niño, muchos años yendo pa'l parque y llegando a casa con los ñoños empapados... Y no precisamente de agua", respondió la emprendedora isletera, acercando una servilleta de cuadros al alemán, que ya estaba rebozado en miel del León. "¿Ñoños?", inquirió él. "Sí, querío, los dedos de los pies, que pareces nuevo... Teníamos que buscar una solución. Tenga en cuenta que en esta familia se gastaban tres sueldos en zapatos para los mogollones. Aquí somos cinco en casa. A saber: mi marido, mi hija Yasmisleisis, mi hijo Añaterbe Manuel y Guagüito el Pionero, nuestro perro presa canario, que ha ganado dos veces el certamen canino. Nosotros nos conocimos al son de Sindo Saavedra y los chiquillos se han recorrido todos los grupos del Carnaval, desde las murgas a las comparsas, pasando por el cuerpo de baile de las oberturas de Israé. Mucho gasto en zapatos es ese... Un día se le ocurrió a la más chica crear una firma de zapatos hechos con el material con el que se fabrican las cajas negras de los aviones. Y dicho y hecho. Aquí estamos, exportando para la Maratón de Boston, para los sherpas que suben al Teide, ponga por caso, e, incluso, para los políticos en campaña, que gastan suela que da gusto. ¿Cómo te quedas, Fritz?"