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El análisis / UD-Málaga

Pablo Fuentes

No sabe ganar

La UD deja escapar una ventaja por tercer partido consecutivo y se enfrasca en sus errores, la falta de gol y la ausencia de soluciones

A lo largo de los dos últimos meses el fútbol, por su propia naturaleza extraña, se empeñó en dar a la UD Las Palmas la posibilidad de mirar más hacia arriba que hacia abajo, a luchar por un objetivo mayor, más ambicioso. Lo hizo sobre todo las dos semanas precedentes, sin embargo, el equipo de Pepe Mel despreció tales concesiones, como si fuera sobrado, como si le bastara con lo que hace por sí mismo. La última vez fue ayer, cuando por tercer partido consecutivo tiró por la borda una ventaja para volver a marcharse con el sabor amargo de un empate que contenta a los conformistas, pero que desespera a los soñadores. Hay una conclusión desgarradora: esta UD no sabe ganar.

No sabe ganar porque después de ponerse por delante de una manera u otra en Soria, en Alcorcón y ayer en Gran Canaria fue incapaz de guardar el resultado. Sea porque concedió un regalo imperdonable -caso de De la Bella en el último minuto ante el Numancia-, porque fue demasiado permisivo atrás -caso del gol de la igualada del Alcorcón- o porque no supo cerrar el encuentro -caso de las ocasiones perdidas frente al Málaga-, el caso es que no ganó.

Las Palmas tampoco sabe ganar porque no sabe finiquitar un partido que tiene de cara. Si contra el Racing de Santander en la primera vuelta y en Los Pajaritos fue porque le faltó la veteranía necesaria para que se jugara lo menos posible en el tramo final, ayer fue porque malgastó hasta tres oportunidades de gol claras para haber marcado el 2-0 y sentenciado la contienda.

Rubén Castro, primero con un cabezazo fallido cuando estaba solo dentro del área, luego con un remate defectuoso tras el rechace del portero en esa misma jugada, y por último con un tiro ingenuo cuando tenía toda la portería para él, estuvo ciego de cara a la portería. Le tocó ser el protagonista negativo, pero otra veces fueron otros. En cualquier caso, hay otra conclusión igualmente desgarradora: este equipo no tiene gol.

Y la UD no sabe ganar porque Jonathan Viera ya no está y con él se fueron la magia y una manera de hacer las cosas que daba resultados. De los 10 encuentros que suma ya Las Palmas sin ganar, los nueve últimos han sido sin la presencia del de La Feria, que dio al cuadro amarillo un estilo de juego propio con el que obtuvo dos rachas de cuatro victorias consecutivas.

No era sólo lo que él aportaba a nivel individual -dos meses después de su marcha todavía es el máximo goleador del equipo, con 10 tantos-, sino lo que mejoraba a sus compañeros y lo que provocaba en los rivales, que salían atemorizados. Todo ese se perdió y la UD no ha vuelto a encontrar el camino del triunfo.

Para Pepe Mel la dinámica no es negativa, pues considera que si el objetivo era salvarse, y si las lesiones le impiden crear algo consistente, todo está orden, pero 10 encuentros son muchos y urge ya una victoria que espante a los fantasmas, porque los de abajo están cada vez más cerca. Los presagios son pesimistas, porque esta UD no sabe ganar.

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