Las buenas, pero lentas, dinámicas sanitarias no logran convencer ayer a los inversores. El pesimismo, o más bien la frustración, se extendió de forma generalizada durante la sesión. Dos fueron los catalizadores para una nueva jornada correctiva en bolsa. Por un lado, las buenas palabras de los líderes europeos respecto al fondo de recuperación no terminaronpor plasmarse en medidas concretas, puesto que ni siquiera se llegó a un acuerdo respecto al volumen del fondo. Y, por otro lado, la filtración del fracaso del primer ensayo del fármaco contra el Covid-19 de la compañía norteamericana Gilead. En este entorno, los malos datos macroeconómicos que hemos ido conociendo (y los que todavía quedan por llegar) pesan en el ánimo inversor.
Las Bolsas europeas cerraron con descensos. El Ibex sigue siendo uno de los peores índices europeos en el año y volvía a demostrarlo en su despedida de ayer con una caída próxima al 2,0%. Bancos y valores vinculados al turismo lo arrastrabanhasta los 6.613,90 puntos. Las caídas en nuestros países vecinos resultaban más moderadas. El CAC francés se dejaba un 1,30%; el MIB italiano un 0,89% y la locomotora exportadora alemana retrocedía un 1,69%. La mayor consistencia y, sobre todo, la buena marcha de las cotizadas tecnológicas permitía situar en verde a la bolsa norteamericana.
Respecto a los activos de deuda, el apetito por activos de mayor seguridad se reflejaba en los bonos soberanos; lo que no impedía una bajada de la prima de riesgo española hasta los 140 puntos. La rentabilidad del bono a 10 años español se relajaba hasta el 0,94%. En el mercado de materias primas, los precios del crudo siguen recuperándose por tercera sesión consecutiva. La expectativa recortes adicionales por parte de los principales productores mundiales reforzaba esta tendencia. El crudo ligero Brent de referencia en Europa se situaba en los 21 dólares el barril y el crudo West Texas de referencia en Estados Unidos, se cambiaba a 17 dólares.
