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La proyección de los expertos

El sorprendente pico y los casos negativos de La Rioja

La curva de evolución de la pandemia de COVID-19 en La Rioja tiene un ejemplo de cómo la falta de un protocolo exhaustivo en los datos de la enfermedad distorsiona la realidad. Los datos facilitados por el Ministerio de Sanidad reflejan un pico brutal de nuevos casos diarios reportados el 24 de abril. Casi 800 más. Pero el 17 de abril ocurrió otra cosa insólita: La Rioja tenía menos casos totales de enfermos registrados que el día anterior. En realidad, el problema estaba en la contabilidad de los resultados obtenidos por los test rápidos y se terminaron "reajustando" los datos. Con todo, el modelo de los asturianos Juan Luis Fernández (catedrático de Matemática Aplicada de la Universidad de Oviedo) y Zulima Fernández-Muñiz (profesora de la misma institución) terminó absorbiendo la incongruencia hasta ofrecer un dibujo más apegado a la realidad de la pandemia. La Rioja tiene una situación complicada, con un índice acumulado de casos en los últimos 14 días de 168 contagiados por cada 100.000 habitantes, comparable a la situación de Madrid o Cataluña. No obstante, su tasa de incrementos diarios se sitúa en el 0,8 por ciento, lejos del 2,0 por ciento de Cataluña, aunque aún por encima de los datos de otras comunidades autónomas. El ritmo reproductivo básico (R0) está ahora en 0,86, aunque la media de 5 días es de 1,17. Debe ser menor que 1 para que la enfermedad camine a su tramo final. La existencia de un gran foco en el inicio de la pandemia en esa comunidad autónoma ha tenido como consecuencia una mayor propagación de la enfermedad y un más difícil control que el resto de territorios. Esto es una evidencia más de la importancia que tendrá a partir de ahora detectar a tiempo los casos nuevos y contarlos bien.

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