Muchas personas opinan que en este crisis sanitaria se hizo too little, too late" (demasiado poco, demasiado tarde). Todavía resuenan las palabras de algunos expertos que afirmaban a finales de febrero: "Mira que si se descubre que el percebe es el huésped del coronavirus, la que se iba a liar en Galicia" o "Es una locura lo que está pasando y, además, todo el mundo se acoge a informaciones no especialmente contrastadas y, aunque los especialistas las desmentimos, se organizan unas bolas espectaculares."

Una gran pregunta sobre los tests de anticuerpos es el grado de inmunidad que la infección con un patógeno confiere a la reinfección. Para tener inmunidad protectora, el cuerpo necesita producir un cierto tipo de anticuerpo, llamado anticuerpo neutralizante, que evita que el virus pueda entrar en las células.

Muchos se preguntan ahora si una vez pasada la enfermedad o expuestos a ella somos inmunes. Aquí habría que contestar too early, to know" (demasiado pronto para saber).

Para mí es un aspecto especialmente preocupante en algunas regiones. En base a los datos conocidos hay regiones que, por su baja exposición al virus, son zonas de España con un riesgo más elevado frente a posibles nuevos brotes de la enfermedad. Este riesgo aumentará significativamente cuando viajen a esas comunidades autónomas personas desde lugares en los que la prevalencia es bastante más elevada que la que existe, de momento, en ellas.

La OMS recientemente declaró que de momento se desconoce el nivel de protección frente al Covid-19 o cuánto durará. Hasta el momento, ningún estudio ha respondido a esta importante pregunta. Por eso plantear el llamado 'pasaporte inmunológico', una identificación de los probable portadores de anticuerpos frente al coronavirus, es sumamente arriesgado porque todavía no existen pruebas contundentes sobre la protección que esos anticuerpos ofrecen ante una posible reinfección.

Además, desde el inicio de la pandemia se conocen casos de pacientes que, tras haber superado la enfermedad, volvían a reinfectarse. Los expertos lo atribuyen al resultado de un fallo en las pruebas de detección del virus y no a una segunda infección en estos individuos. Pero existen dudas. "En relación a los pacientes recuperados que luego se han reinfectado, no tenemos respuesta. Es algo desconocido", aseguraba en una de las ruedas de prensa celebradas por la OMS el doctor Mike Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS.

No está claro si todas las personas que han tenido Covid-19 desarrollan estos anticuerpos. Un análisis no publicado de 175 personas que se habían recuperado de Covid-19 y tenían síntomas leves, llevado a cabo en China, reveló que 10 individuos no produjeron anticuerpos neutralizantes detectables si bien algunos tenían altos niveles de anticuerpos de unión. Estas personas habían sido infectadas, pero no está claro que tengan inmunidad protectora. No todos los anticuerpos producidos durante una respuesta inmune que se unen a una partícula patógena son neutralizantes. Los anticuerpos no neutralizantes, o anticuerpos de unión, se unen específicamente al patógeno, pero no interfieren con su infectividad, ya que podrían no unirse en el lugar correcto. Pueden ser importantes para marcar la partícula para las células inmunes, lo que indica que este antígeno es su diana, después de lo cual el antígeno se procesa y, en consecuencia, se destruye por las células inmunes reclutadas. Por otro lado, los anticuerpos neutralizantes pueden neutralizar los efectos biológicos del antígeno sin necesidad de que haya que contar con células inmunes.

Haber pasado la infección no es igual a ser inmune.

Hasta ahora, los investigadores dicen que no han visto ninguna evidencia de que las personas puedan reinfectarse con el virus. Según un estudio no revisado realizado por investigadores del Peking Union Medical College en Beijing, macacos rhesus infectados con SARS-CoV-2 no se reinfectaron durante un mes después de su infección inicial. "Debemos suponer que una vez que se ha infectado, su probabilidad de contraer una segunda infección dos o tres meses después es baja", afirma un investigador. Pero se desconoce la duración de esa inmunidad protectora.

Incluso asumiendo que la mayoría de las personas desarrollan anticuerpos neutralizantes, la mayoría de las pruebas actualmente no los detectan. Y las pruebas que sí los detectan son más difíciles de desarrollar y no están ampliamente disponibles.

El hecho de que la mayoría de las pruebas de anticuerpos no puedan detectar anticuerpos neutralizantes también es relevante porque algunos políticos están impulsando la idea de que estas pruebas se usen para eliminar a aquellos con infecciones Covid-19 pasadas para interactuar nuevamente con otros, un llamado pasaporte de inmunidad. Los investigadores están tratando en la actualidad de determinar si los anticuerpos detectados por los kits realizados pueden actuar como un indicador de la inmunidad protectora.

Otro factor que complica los pasaportes de inmunidad es que las pruebas de anticuerpos no pueden descartar que una persona ya no sea infecciosa. Un estudio publicado en Nature este mes encontró que el RNA viral disminuye lentamente después de que se detectan anticuerpos en la sangre. La presencia de RNA viral podría significar que la persona aún está eliminando virus infecciosos.

Cuando las pruebas de anticuerpos fiables estén disponibles, podrían ser importantes para comprender qué grupos de personas han sido infectadas cómo detener la propagación. Incluso podrían usarse para diagnosticar infecciones activas cuando las pruebas de PCR fallan.

La experiencia con los últimos coronavirus que produjeron un número de muertes elevado en humanos, nada comparable con lo que estamos viviendo, podría dar algunas pistas. Dos años después de superar el SARS los pacientes tenían anticuerpos en sangre y los que se contagiaron con el MERS tuvieron anticuerpos hasta casi tres años, pero la capacidad para neutralizar a estos virus estaba decreciendo, por lo que no se sabe si estas personas estaban protegidas frente a una nueva infección causada por los mismos virus.

Con lo que sabemos hasta el momento es posible que, en la mayoría de las personas, la inmunidad (ya sea total o parcial) frente al coronavirus pueda durar uno o varios años pero no lo sabremos con certeza hasta que pase el tiempo.

No sabemos aún si todos los pacientes de COVID-19 generan anticuerpos a largo plazo y con un volumen de niveles suficientes, ni tampoco si son protectores o cuánto tiempo durarán.