Asombro ante las imágenes del entierro en Guía de Isora de un motorista, con una aglomeración humana que supera de manera sobresaliente las restricciones de la desescalada. Sin permiso o con permiso, ha sido una temeridad y un mal ejemplo para el resto los españoles. El Gobierno canario ha solicitado un informe sobre la celebración del acto, donde las mascarillas eran contadas. El consejero Julio Pérez se quedó perplejo.