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EN VOZ ALTA

El hombre es un ser narrador

Con esta atinada definición describe el Papa Francisco a la persona en el Mensaje para la 54º Jornada de las Comunicaciones Sociales que hemos celebrado en la festividad de la Ascensión. Desde aquella de Boecio aprendida ¿y olvidada? en la filosofía del bachiller -recordemos y revaluemos las humanidades- de que la persona es "rationalis naturae individua substantia" (substancia individual de naturaleza racional), se han venido dando otras muchas definiciones. La más utilizada últimamente venía de la fenomenología: "la persona es un ser en relación". El Papa ha elegido una nueva y más mediática: "El hombre es un ser narrador". Me parece muy sugerente dada la multitud de formas de formas y de medios de comunicación y de la influencia que tienen en cada uno de nosotros y en la sociedad. Y nos hace caer en la cuenta y recordar que desde la infancia tenemos hambre de historias como tenemos hambre de alimentos, y alude a los cuentos con los que nos entretuvieron padres, abuelos, maestros?, las novelas que hemos leído dejando un poso en nosotros, las películas que nos impactaron, incluso las canciones o melodías que todavía nos resuenan en el fondo el alma evocando vivencias y las noticias que marcan los mojones de la historia de nuestra existencia.

Todas esas historias influyen, "aunque no seamos conscientes de ello", en nuestra vida e inciden en la elección del bien y del mal, basándonos en los comportamientos de los personajes protagonistas de esos relatos y recalan en la fijación de nuestras convicciones y comportamientos. Bergoglio, desde mucho antes de ser elegido Papa, ha dado mucha importancia a los medios de comunicación a quienes les advierte de su responsabilidad que él califica de "muy grande" para formar opinión, para construir sociedad, para intercambiar, para fraternizar, para pensar, para educar. Todos son verbos suyos. ¡Casi nada! ¿Quién tiene tantas posibilidades?

El documento llama la atención por el estilo y el tono que adopta. Da gusto leerlo. Francisco tiene la habilidad de empatizar con los destinarios de sus palabras y escritos y acertar con la forma literaria, abandonando el modo magisterial vaticano, sin olvidar la finalidad y referencia evangelizadora del mensaje. Hace ver la que la Biblia es "una Historia de historias" que muestra que Dios es al mismo tiempo creador y narrador. Y que el mismo Jesucristo hablaba de Dios, no con discursos, sino con parábolas, narraciones breves tomadas de la vida cotidiana. Para quienes las leen o escuchan esas historias se hacen vida.

Y aquí viene la aplicación para los medios de comunicación y, sobre todo, los comunicadores. Dice Francisco: "El hombre? es el único ser que necesita revestirse de historias para custodiar su vida". Hasta tal punto labran y cimientan nuestra personalidad que "sumergiéndonos en las historias, podemos encontrar motivaciones heroicas para enfrentar los retos de la vida".

Pero al contar la narración del paraíso, advierte que en la historia serpea el mal. Y por eso existe el llamado "storytelling", esa industria del marketing que valiéndose de lo emocional inventa historias que nos narcotizan para seducirnos a tener, poseer y consumir, o que nos vuelven ávidos de chismes y de violencia. Y de ahí, se ha pasado, como explica el periodista Marc Amorós, "a la creación de la cultura del 'fake'", esa cultura que se basa en vestir de mentira la realidad. Nos invaden las "fake news", en todos los estratos, especialmente en el político. Incluso hay medios que se editan para desinformar. Lo que le hace pronosticar que dentro de dos años la mitad de las noticias serán falsas. El Papa ya denunció la coprofilia, que es buscar y comunicar el escándalo, comunicar cosas feas, aunque sean verdad. Suelen tener una vida breve, hacen mucho daño.

Sin medios de comunicación no se puede vivir, porque "el hombre es un ser narrador". La prensa escrita principalmente, informa, instruye, educa y hace disfrutar si se cuenta con belleza. Francisco sugiere: sabiduría para buscar relatos verdaderos y bellos; valor para rechazar los falsos y paciencia y discernimiento para sacar a la luz la verdad de los que somos y poseemos. Así tendrán futuro. La coprofilia harta y destruye.

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