Los mercados de renta variable europeos despidieron ayer la semana con retrocesos, y eso a pesar de la apertura en positivo auguraba que podían prolongarse los avances del jueves. En materia de política monetaria, los inversores debemos de agradecer nuevamente la intervención de la Reserva Federal (Fed). En los últimos compases de la sesión norteamericana del jueves conocíamos que la institución introdujo modificaciones en la conocida como 'Ley Volcker', que en esencia, dulcifica los requerimientos de capital del sistema financiero norteamericano. En este sentido las cotizaciones de los bancos, principalmente norteamericanos, siguieron avanzando durante la jornada. La principal referencia del mercado sigue siendo la evolución de la pandemia. El ruido de rebrotes proviene de los principales mercados desarrollados que antes comenzaron la desescalada y del miedo a nuevas restricciones puntuales.
En el frente macroeconómico las noticias siguen siendo constructivas, y en términos generales, los indicadores adelantados superan los pronósticos previos. En Europa, la oferta monetaria M3, (dinero en circulación, depósitos de C/P y activos monetarios) se expandió un 8,9% durante el mes de mayo, por encima del 8,7% estimado, lo que supone un sólido soporte para relanzar las economías del Viejo Continente. Mientras, en el país galo la confianza del consumidor en junio superó las estimaciones hasta los 97 puntos desde los 93 del pasado mes de mayo.
En el plano estrictamente bursátil, los mercados de renta variable europeos despidieron la semana a la baja, presionados fundamentalmente por las caídas en Wall Street, que provocaron el correctivo giro bajista. La sesión resultó nuevamente volátil y de más a menos, en un mercado que pone a prueba los soportes de corto plazo. En el caso del selectivo español, el retroceso del 1,3% se llevaba por delante la referencia de los 7.200 puntos.
Roberto Hernanz. Responsable de mercados de Banca Privada de BBVA
