Cada uno hace lo que puede y le dejan para salir adelante, pero la salud es una prioridad. Lo digo porque no es la primera vez que me tropiezo con un puesto ambulante de venta de mascarillas para afrontar la Covid 19. La primera preocupación es saber si cumplen los requisitos sanitarios, y segundo saber si se puede vender en plena calle algo tan fundamental para la protección de las personas. Creo que se juega con fuego.