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De nuevo el antisemitismo como pretexto

El nuevo líder laborista británico, Keir Starmer, ha recurrido a la acusación de antisemitismo como pretexto para deshacerse de la que fue su principal rival en la carrera por suceder a Jeremy Corbyn al frente del partido tras la dura derrota laborista en las últimas elecciones del Reino Unido.

La secretaria de Educación "en la sombra", Rebecca Long-Bailey, considerada próxima a Corbyn, fue apartada de ese cargo tras retuitear un mensaje en el que una conocida actriz de la TV británica acusaba a la policía de EEUU de aplicar contra los negros tácticas aprendidas de los israelíes.

El propio Corbyn fue acusado durante la última campaña electoral británica de tolerar el antisemitismo en filas laboristas, acusación que, por infundada que sea a veces, ha demostrado dar siempre resultado a la hora de acabar con un político incómodo para los poderes establecidos.

Es en cualquier caso un hecho perfectamente documentado que la policía norteamericana ha recibido entrenamiento en las tácticas utilizadas por sus colegas israelíes para inmovilizar a los palestinos y que, entre estas prácticas, está la de colocar una rodilla en el cuello del detenido, como sucedió con trágicas consecuencias en EEUU con el afroamericano George Floyd.

El agente responsable de ese asesinato recibió también formación de los israelíes, lo que no significa que éstos le enseñaran esa táctica en concreto, como reconoce el británico Kenneth Surin, actualmente profesor de la Duke University, de Carolina del Norte en un artículo publicado en la revista norteamericana Counterpunch.

La policía de Minnesota, por ejemplo, asistió hace algún tiempo a una conferencia patrocinada por el consulado israelí en Chicago en la que se mostraron ese tipo de tácticas, criticadas por Amnistía Internacional, entre otras organizaciones.

Las fuerzas de seguridad israelíes, acusadas de abusos de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, dan hoy cursos de formación a las de otros países, como hicieron en su día las de la Suráfrica del apartheid con las de otros Estados africanos.

Según Amnistía Internacional, cientos de policías de Baltimore, Florida, Nueva York, California, Arizona y muchos otros Estados de la Unión, han viajado a Israel para recibir allí entrenamiento mientras que en otros casos representantes de las fuerzas de seguridad israelíes visitaron EEUU.

Criticar los métodos utilizados por las fuerzas de seguridad del Estado judío para reprimir a los palestinos no tiene nada que ver con antisemitismo, como pretende el actual Gobierno israelí de Benjamin Netanyahu.

Hasta una organización dedicada a combatir el antisemitismo en todo el mundo como la International Remembrance Alliance reconoce que una cosa es el odio a la comunidad judía o a sus instituciones y otra, muy distinta, las críticas que puedan hacerse al Estado judío, como a cualquier otro, por determinadas prácticas.

Y eso es lo único que hizo la dirigente laborista Long-Bailey. Por cierto que, deshaciéndose de su ex rival con tan falso como nimio pretexto, el nuevo líder laborista parece querer reorientar al mismo tiempo al partido hacia posiciones más conservadoras, apartándose de la agenda reformista de Corbyn.

No es en cualquier caso una simple anécdota que Keith Starmer y otros miembros de la nueva dirección laborista recibiesen importantes donaciones de un conocido lobista pro-israelí del Reino Unido.

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