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Fernando Canellada

AZÚL ATLÁNTICO

Fernando Canellada

Un médico en plena pandemia

En plena pandemia llega un médico a la sede episcopal de la plaza de Santa Ana. El papa Francisco, con la intervención del nuncio Bernardito Aúza, y el impulso del arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo, ha elegido a José Mazuelos como nuevo obispo de las Islas Canarias, según la expresión oficial del Vaticano. El 69º titular de la sede canariensis, sustituto de Francisco Cases, que es desde ayer administrador apostólico. La Iglesia, madre y maestra, aprovecha hoy la fiesta de San Marcial, sede fundacional de Rubicón, hace 616 años, para anotar en la historia canaria a un nuevo obispo.

Tal vez sea providencial que con la crisis sanitaria que ha provocado la mayor catástrofe turística de la historia llegue un galeno muy andaluz y campechano, cargado de ilusiones. Dice, en su primera carta a los canarios, y como explicó de palabra en Jerez, que viene "remando mar adentro", según la evangélica ' duc in altum' que, visto así, resulta de menor riesgo de contagio.

La iglesia de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura inicia un nuevo tiempo con un sacerdote de vocación tardía forjado en el Camino Neocatecumenal de los 'kikos', que ha pastoreado la diócesis jerezana "como una gran familia en la que podemos hasta criticarnos". En unos momentos de prueba, se agradecen "manos tendidas por el bien común" a los que están dentro y fuera de la Iglesia como las que ofrece Mazuelos, que dice llegar a "tender puentes".

Francisco Cases lo ha intentado. Ha entrado en la meta de su pontificado después de entregarse por Canarias todos los dias y a todas horas. Con luces y sombras, como todos, pero sin dejar de sembrar la semilla del Evangelio en todas las Islas. Deja una estela de simpatía, aunque tal vez más fuera que dentro del clero. Ha pagado un precio por su coherencia y rectitud al tratar de reconducir la herencia de Ramón Echarren.

Cases y Mazuelos representan dos estilos, dos generaciones y se deben a dos papas distintos, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Tan diferentes como el final de su rueda de prensa para comunicar la decisión papal. Tras las palabras de Cases en la Casa de la Iglesia en Vegueta, se levantó la sesión en silencio y con una foto del momento. En Jerez, en cambio, un aplauso de periodistas y colaboradores episcopales arropaba a Mazuelos, que rezó el ángelus e impartió la bendición.

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