En Bakú, hace un año sonaron las chacaras, con el reconocimiento de Risco Caído como Patrimonio de la Humanidad, pero el martes, en el Parador de Tejeda, en la celebración del primer aniversario del hito, sonó el Himno de Gran Canaria, el entrañable Roque Nublo, y ocurrió lo siguiente. Pues que el presidente de la insula, Antonio Morales, no se unió al resto y se quedó sentado en su silla. Cosa rara entre las más raras.