En el mirador del Atlante había hasta hace unos meses un bar magnífico, decente en su servicio y gastronomía local, que ha desapareciedo, por lo que difícil lo tienen los que caminan desde el Auditorio en dirección Bañaderos y esperan encontrar un sitio donde refrescarse el gaznate o picar algo. La pregunta tipo es cuándo va a volver a la vida este punto de avituallamiento, que tenía su mejor plus en su vista única al Atlántico.