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OBSERVATORIO

Lo presencial y lo lejano

El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define la palabra "real" como algo que tiene existencia verdadera y efectiva. Por el contrario, el término "virtual" viene expresado como que solamente existe de forma aparente y no es real. Verdadero en oposición a aparente, lo cierto enfrentado a lo imaginario. Para el amor y el dinero es preferible lo primero, para las bofetadas, probablemente lo segundo. Pero, vamos a complicarlo un poco más, porque ha llegado para quedarse entre nosotros un auténtico oxímoron, la "realidad virtual". Se trata de una simulación computarizada de nuevos espacios, que nos aparecen incluso como superiores al hecho real. Aunque no se trata de un teletransporte, sí que guarda cierta similitud con este fenómeno, de momento solo imaginable y es, además, una herramienta de gran utilidad en diferentes campos, especialmente la educación, el arte, la ciencia, la medicina, los viajes, las relaciones y un largo etcétera que cubre numerosos aspectos de la vida diaria.

Por otra parte, la introducción de los ordenadores personales y de internet, las redes sociales a través de Facebook o Twitter, los sistemas de conexión por Zoom, Skype o Facetime y las diferentes formas de comunicación a distancia, han llegado también para permanecer entre nosotros. Poner en contacto a personas a través de una pequeña pantalla, sin desplazamientos, es un hecho que podemos utilizar en este momento en toda su capacidad. El teléfono-cámara-reloj-libro-grabadora-reproductora-calculadora-cuentapasos-etc. móvil (deberemos encontrar un nombre para este equipo multiusos) es un auténtico apéndice que en pocas generaciones complementará nuestros sentidos y que llegará unido al cordón umbilical. Nuestro mundo ha quedado reducido a un conjunto de ondas que circulan por el espacio y que se dirigen a cada individuo para ser recibidas y evaluadas.

De la misma manera que lo virtual se hacía prácticamente real, lo lejano se ha hecho cercano gracias a estas nuevas tecnologías. La llegada del sistema 5G aumentará la rapidez de las conexiones y disminuirá enormemente el tiempo de latencia entre estímulo y respuesta, con lo que se multiplicará el número de centros conectados, logrando una aparente realidad de cercanía con lo más lejano. Nuestra vida se ha hecho absolutamente globalizada y no solo en lo económico sino en lo cultural, científico y social. Globalización es probablemente una de las palabras más utilizada en estos momentos (56 millones de entradas en inglés y dos millones en español en el buscador Google) y la pandemia viral que estamos viviendo no ha hecho más que ponerla de manifiesto en toda su plenitud. Junto a sus enormes y prácticas virtudes, surgen ya algunas opiniones críticas relacionadas con sus excesos (hiperglobalización) y el recién galardonado con el premio Princesa de Asturias, Dani Rodrick, es un buen ejemplo de ello.

Si nos centramos exclusivamente en los aspectos docentes, la aparición de este arsenal telemático plantea una serie de interrogantes que deberemos analizar con detalle. La abundancia de información y la rapidez con la que se produce su caducidad obliga a centrar la educación en, al menos, cuatro aspectos fundamentales: pensamiento crítico, intercomunicación, máxima colaboración y creatividad. El historiador israelí Yuval Noah Harari nos lo recuerda en sus reflexiones, a la vez que lo resume en una única frase cuando dice que "el cambio es la única constante". Este complejo mundo de la formación y sus relaciones con lo virtual y lo real, con lo analógico y con lo digital, con lo cercano o lo distante, sugieren algunos comentarios.

La enseñanza presencial y la no presencial deberían coincidir y complementarse. La existencia de nuevas tecnologías hace más fácil y accesible el aprendizaje a distancia, pero el intercambio de ideas y la discusión de las mismas con la inmediatez de la presencia, aporta un sello permanente a lo aprendido. Un formato mixto entre la presencia física y la enseñanza a distancia podría ser una buena solución. El docente, con su palabra y con su ejemplo es el elemento primordial de la enseñanza, aunque nunca su objetivo. No obstante, el papel del profesor deberá ser redefinido a la luz de los nuevos procedimientos didácticos, como lo fue con la llegada en su día de los medios audiovisuales. El concepto de maestro debería compaginarse con el de instructor, acompañante o mentor en el comportamiento del alumno. Los objetivos del nuevo profesor, especialmente en la enseñanza de aspectos sanitarios, deberán complementar lo teórico con lo práctico. Para esto último, el aprendizaje mediante laboratorios de habilidades puede ser de gran utilidad, pero deberá permanecer siempre la presencia al lado de la persona enferma. El recuerdo de William Osler, con su reflexión de cómo se aprende la medicina, es obligado. El aprendizaje telemático mediante conferencias, interconexiones múltiples, sesiones didácticas compartidas, ha llegado para ser utilizado ampliamente. Deberán ponerse a disposición de profesores y alumnos todos los medios técnicos necesarios para poder llevar a cabo este formato docente con seguridad y aprovechamiento. Las mismas lecciones magistrales dictadas en formato presencial no deberían ser la unidad funcional para el aprendizaje a distancia. Hay que elaborar nuevos modelos docentes que circulen con eficacia a través de las redes de la información. La enseñanza universitaria es mucho más que el dictado de unas lecciones o el intercambio de unas ideas. Es compartir las experiencias diarias, comentar lo vivido, combinar lo científico con lo humanístico. En definitiva crecer y hacerse más humano con el paso del tiempo.

Por último, dejen que les formule una pregunta y que cada uno de ustedes la responda de acuerdo con su personalidad. ¿Cuál es su preferencia entre estas dos situaciones?: a) Escuchar la Pasión según San Mateo de Juan Sebastián Bach, en su propio domicilio, con un equipo reproductor de última generación y una grabación perfecta, sentado en un confortable sillón y con unos auriculares excelentes, o b) Hacerlo en la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, el mismo día del Viernes Santo, sentado en un incómodo banco de madera y con los ocasionales accesos de tos del vecino. En ambos casos, con la misma orquesta e idénticos cantantes, dirigidos igualmente por John Eliot Gardiner. O si lo prefieren y para no centrarlo en la música: a) Participar en un chat con el ex presidente de EEUU, junto a miles de personas localizadas en lugares distintos y distantes, desde la comodidad de su propio domicilio, o b) Escuchar de primera mano a Barack Obama, sentado a unos metros de distancia, aunque sea en un día lluvioso o una noche fría, mirándole fijamente cuando responde a una pregunta del público. Nos vale el mismo tipo de interrogante para otras circunstancias, donde lo virtual se enfrente a lo real, donde lo teórico se oponga a lo concreto o lo distante a lo próximo.

Bienvenidos a la era de las herramientas digitales y a esta nueva realidad que se impone. Hagámosla nuestra y disfrutemos de su llegada. Se trata de un miembro más de la familia. En el trabajo, en la enseñanza, en el ocio, en todos los aspectos de la vida, pero les sugiero que simultáneamente recuerden un fragmento del Credo Poético de Miguel de Unamuno: "No el que un alma encarna en carne, tan presente, no el que forma da a la idea es el poeta, sino que es el que alma encuentra tras la carne, tras la forma encuentra idea".

Pere Casan Clarà, Médico

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