Puede que Pedro Sánchez tenga baraka y luzca en el trasero una inmensa flor. En ese caso será una flor de CIS, un lirio demoscópico que le cose a la solapa cada pocos meses el ilustre Tezanos. El último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (que más que barómetro es anemómetro que impulsa siempre los vientos a los molinillos del partido del Gobierno) certifica que, de celebrarse hoy unas elecciones generales, el PSOE obtendría el 32,1% de los sufragios, un punto por encima que hace un mes y cuatro más que su cosecha en los comicios del 10N. O sea, que, según opinión de uno de cada tres españoles, el Gobierno en manoletinas ha toreado a portagayola y le ha cortado dos orejas a la cepa pandémica. Con un par y vuelta al ruedo.
Tezanos es la madrastra de Blancanieves que cada mañana, al mirarse en el espejo del baño de Moncloa le recuerda a Sánchez que es el más alto, el más guapo y el más listo del reino. Y que no se apure, que no tiene competencia, que puede tumbarse a la bartola.
Por si fuera poco, la encuesta recién conocida, que de tanto humear en el fogón tiene más chamusquina que las empanadillas de Encarna en Móstoles, señala que el socio necesario, Unidas Podemos, también se lucra de una gestión tan magnífica que ni siquiera es capaz de contabilizar a ciencia cierta el número real de fallecidos. El pandemónium morado también obtendría hoy más apoyos que en las pasadas generales. Lo cual hace pensar que los muchachos de Tezanos se olvidaron de sondear a gallegos y vascos, donde los coaligados de Moncloa sumaron un sonoro bofetón el pasado domingo, que se oyó hasta en Caracas. A la vista de hacia dónde sopla el anemómetro de Tezanos, o mienten mucho y a sabiendas los encuestados, o mienten por decreto los encuestadores del CIS.
