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Punto de vista

Nick Cave solo

El cantante australiano Nick Cave realizó, en el mes de junio, una grabación, él solo, en el Alexander Palace de Londres, que fue difundida, a través de la red, la semana pasada. Para verla, había que pagar, aunque hubo un avispado que logró hacerse con ella, subirla a Youtube y compartirla gratis durante unas horas.

En el Alexander Palace, en el centro de un amplio espacio, en el que suelen reunirse muchas personas, ahora en sus casas por lo del coronavirus, está solo, al piano, Nick Cave. "Idiot prayer" fue el título del recital en streaming. Es el de esa canción suya homónima en la que habla de una oración de "palabras vacías", que recita mientras le va llegando la hora de irse al cielo, en donde todo será perdonado y en donde espera encontrarse de nuevo con la persona amada, al igual que Cristo, quien, según refiere el evangelista san Lucas, como se recuerda en "Brompton Oratory", deseó también, al final de su vida terrenal, ir al encuentro de aquellos a quienes amaba.

¡Qué sentimiento de soledad manifiesta Nick cuando canta "Man in the moon"! Y es porque le falta su padre. "Era astronauta", le explicó alguien, así que debe de estar viviendo ahora, supone él, en la luna. Y, por si fuera poco, se le ha muerto no hace mucho un hijo. "Tu alma es mi ancla ? Estoy esperándote", le dice en "Waiting for you".

"Yo no creo en un Dios intervencionista? Y no creo en la existencia de los ángeles", proclama en "Into my arms". Mas si creyera, exclama, entonces se pondría de rodillas y rezaría, aunque, a decir verdad, sí que cree en algo: en el Amor y en el camino de Cristo, que hace posible el que, aun padeciendo el dolor de la separación física respecto a un ser querido, mantengamos un vínculo irrompible de unión con él.

Se ve que, para Nick, la senda de Cristo es la de la búsqueda y la de la llamada. Lo afirma en "Are you the one that I've been waiting for?", recordando las palabras de Jesús: "El que busca, encuentra; al que llama, se le abre". En una introducción que escribió para una edición del Evangelio según san Marcos, confesó que, con la lectura de este Evangelio, su idea de Jesucristo cambió. Y mientras lo leía, era como si Jesús estuviera, al igual que en el cuadro de Holman Hunt, golpeando, con los nudillos de los dedos, la puerta de su corazón, para que le abriese. Y se la abrió. "He buscado en los libros sagrados, traté de desentrañar el misterio de Cristo, el Salvador", declara en "Nobody's baby now".

No son estas las únicas canciones en las que aparece la figura de Cristo en el conjunto de las que fueron elegidas por Nick para la grabación en el Alexander Palace. Habla de él también en alguna otra. Fueron escogidas todas ellas durante el período de encierro domiciliario a causa del coronavirus. Un espacio de tiempo que él definió, en su página web "The Red Hand Files", como de silencio, atención y contemplación, de un mayor conocimiento de la propia vulnerabilidad, resiliencia y capacidad de perdón. Un espacio de tiempo, en fin, para pensar en sí mismo, en los demás y en Dios.

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