Las elecciones de mayo de 2019 fragmentaron el mapa político de Fuenteventura y la atomización fue particularmente intensa en el municipio de Puerto del Rosario, en cuyo ayuntamiento alcanzaron representación nada menos que ocho fuerzas políticas. La mayor novedad, por supuesto, vino con una Agrupación de Electores, un apaño de Manuel Travieso, figurón de Asamblea Majorera y Coalición Canaria hasta 2008, al que se sumó la otrora vaca sagrada (con perdón) de los asamblearios, expresidente del Cabildo Insular y exconsejero del Gobierno autonómico, entre otras delicatesen, José Juan Herrera Velázquez, al que tradicionalmente se habían adjudicado unas inverosímiles dotes estratégicas. El PSOE, la AE y Nueva Canarias fueron el núcleo de un pacto de gobierno al que se adhirieron Podemos y Ciudadanos y que convirtió al socialista Juan Jiménez en alcalde.

La AE consiguió dos concejales, el propio Manuel Travieso y Juan José Herrera Martel, ojito derecho de su padre, el septuagenario Herrera Velázquez. A la número tres, Yaiza Sotorrio, a la que los papeles califican de "activista", se la contrató como asesora. La señora Sotorrio presentó hace un mes y medio una querella por acoso sexual contra Herrera Martel, y señalando al alcalde Jiménez como encubridor.

El alcalde no quiere hacer declaraciones. Herrera Martel se ha encerrado en un mutismo de catatumba. A las direcciones del PSOE y Nueva Canarias el asunto -al parecer-se les antoja tal vez desagradable pero insignificante, algo así como un eructo en medio de una plácida digestión. Pero quizás sea mejor ese silencio repulsivo que la actitud de Podemos, que ha expresado por boca de Pilar del Río, una de sus diputadas y dirigentes, su solidaridad con Yaiza Sotorrio, una solidaridad que es una cristalina sororidad, una solidaridad por encima de cualquier mezquina circunstancia y contra cualquier machismo venga de donde venga, pero no una solidaridad suficiente para exigir la dimisión de Herrera Martel o la apertura de una comisión de investigación interna. Del Río suscribe tan imperturbablemente todos los mantras, eslóganes y ocurrencias de Podemos que siempre está a punto de ser su propia caricatura, y por eso mismo es capaz de soltarle a Sotorrio "nosotras te creemos, hermana". Ese es el límite -en este caso - de la solidaridad. Nosotras te creemos, hermana, pero búscate la vida.

Lo fundamental es mantener el pacto de gobierno: en eso están de acuerdo todas las fuerzas que lo sostienen. Y eso bien vale ignorar una querella por acoso sexual contra un concejal. Recuerdo que en La Laguna, a un infeliz que jamás acosó a nadie, le destrozaron la vida política acusándole abiertamente de enchufar a mujeres a cambio de favores sexuales. No hubo jamás denuncia judicial, se desarrolló una investigación interna en la que colaboraron los funcionarios y los representantes sindicales de los empleados municipales, no se cosechó el mínimo indicio de conducta impropia por parte del edil Zebenzuí González, que acabó expulsado por el PSOE. Una cacería miserable para mantener titulares ardiendo durante semanas. Y durante meses los concejales de la oposición supuestamente izquierdista guardaban un minuto de silencio en señal de protesta por la oprobiosa presencia del que infamaban a diario. Lo hacían sabiendo que no había nada. Pero La Laguna bien valía inventar un caso de acoso sexual contra un concejal.