La imagen de la Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria, quedó expuesta ayer en la basílica sin manto, sin ropajes y sin joyas. Una ceremonia oficiada por el párroco Jorge de la Coba con la Virgen fuera de su camarín y con notable afluencia de fieles (cumpliendo la normativa) abrió unos especiales festejos que se alargarán así hasta el 12 de octubre. Desde ayer la talla se airea. Esperemos que los virus respeten la madera policromada.