La IV fase de la Circunvalación, en su camino hacia Bañaderos por Trasmontaña (Arucas), nos ofrece en la mayoría de sus taludes, como solución constructiva, unas horribles lechadas de hormigón para sostener la tierra y evitar la caída de piedras. El efecto es demoledor para un paisaje donde todavía sobreviven fincas de plataneras. ¿No había otra solución? ¿Muros de piedras? ¿Mallas metálicas? No hay quien nos gane.