Otra vez el mundo al revés. El informe que supuestamente debe avalar la seguridad de la bandera de la Fuente Luminosa ha venido a aumentar las dudas de que un día se suelte del mástil y provoque, cuanto menos, un buen susto. Dice el documento del Cabildo que el riesgo de que la tela caiga sobre los coches que circulan por la Autovía Marítima se minimiza si se lleva a cabo un uso y mantenimiento adecuado. Lo curioso es que el catálogo de cuidados y mimos que necesita la bandera da a entender que esa instalación es más peligrosa que una central nuclear, aparte de que costó 360.000 euros en el año 2006 y ahora necesita otros 30.000 euros anuales para poder ondear. Siempre que el viento lo permita.