En medio de todo este caos, el grupo de rock Radiohead ha optado por publicar su propio periódico de papel, The universal sigh, que se distribuye gratuitamente en 61 puntos de todo el planeta (Madrid y Barcelona, en el caso de España). Una iniciativa desconcertante para unos artistas que desde hace tiempo prescinden de los canales habituales de distribución de discos para ofrecerlos directamente en Internet, a veces por el precio que decida el adquirente.

The universal sigh no es, además, un mero panfleto publicitario de su nueva grabación, la extrañísima The king of limbs, sino una publicación mucho más ambiciosa, con relatos, poemas e ilustraciones a cargo de artistas británicos.

La inspiración de los últimos Radiohead será cuestionable, no así sus posicionamientos, buscando siempre libertad creativa y no arar dos veces el mismo surco. Podían haberse quedado donde Coldplay, reincidiendo en la fórmula y en el éxito, pero decidieron documentar una bonita muerte, la del rock como fuerza motriz de la música popular. En su certero relato, el último disparo verdaderamente mortal del género fue el grunge. Lo de después, meros ejercicios de estilo.