Ese es el nombre del municipio de Italia que se ha declarado independiente, frente al intento de Berlusconi de suprimirlo junto a todos los de menos de 1.000 habitantes. Suele olvidarse lo que es un municipio, las mil historias que tejen su cesto, la importancia que sus propios dan a esas historias, el peso que en ellas tiene la rivalidad con los municipios vecinos, frente a los que con gusto marcharían a la guerra, si los dejaran. Filettino no quiere ser fileteado y llevado a plato enemigo, pues la supresión de un municipio sólo puede hacerse anexionándolo al colindante, o sea, poniéndolo bajo la bota de su adversario atávico. Diferente sería que se tratara de una fusión virtual, entre distantes. Pero en ese caso habría que empezar por fusionar Roma y Milán (¿imaginan el ahorro?) o, sin ir tan lejos, Barcelona y Madrid, Bilbao y Donostia, Vigo y La Coruña, Santa Cruz y Las Palmas .