Dicen los estadísticos que la demografía marca el destino. También sabemos por los Rolling Stones que uno no siempre puede alcanzar lo que quiere. Así empieza uno de los capítulos del último libro que he leído este verano de Daniel Pink, escritor, conferenciante y experto en motivación que trabajó como responsable de las conferencias del vicepresidente de los EE UU Al Gore de 1995 a 1997 y fue ayudante del secretario de Estado de Trabajo. Daniel Pink es columnista del New York Times y de la revista Harvard Business Review y viaja por el mundo disertando sobre motivación, creatividad e innovación.

En 2006, los primeros individuos de la generación conocida como baby-boom o boomers cumplieron 60 años. En 2011 han empezado a jubilarse. El término baby-boom se ha traducido al español como explosión de natalidad para denominar a la generación nacida después de la Segunda Guerra Mundial, un periodo comprendido entre 1946 y 1964. El concepto explosión de natalidad se aplica a la situación que se produce tras un periodo bélico prolongado que moviliza a la juventud masculina en los frentes de batalla, separándola de sus parejas que quedan en retaguardia. En España puede identificarse un periodo similar tras la Guerra Civil. Aunque la guerra terminó en 1939, las cifras de natalidad de la preguerra no se recuperaron hasta los años cuarenta, se intensificó en los años cincuenta y se prolongó hasta 1974, tras lo cual la natalidad entro en declive. En España, este fenómeno de mayor natalidad se sitúa entre 1956 y 1974 pero estuvo acompañado de una fuerte emigración, por lo que tiene características muy diferentes a EE UU y Europa.

Pronto cumpliré 60 años. En los cumpleaños con grandes números redondos, la gente suele hacer inventario de su vida. Cuando se alcanza esa edad, se produce una reacción en tres fases. En la primera fase nos preguntamos: ¿cómo he llegado a tener 60 años? Cuando el cronómetro de la vida marca 6-0, la gente se alarma y piensa que sesenta es ser viejo. Entonces se dan cuenta que Mick Jagger y su banda tenían razón, que no siempre alcanzamos lo que queremos. Después viene la segunda fase. En el pasado, uno pensaba que llegar a los sesenta era algo que quedaba muy lejos. Ahora, cualquiera que esté sano al cumplir seis décadas lo está para vivir muchos años más. Según la Organización Mundial de la Salud, un occidental de 60 años puede vivir otros veinte y tantos años más. En Japón, un hombre de 60 años puede llegar a celebrar sus 82 años y una mujer los 88. Alivia saber que se puede vivir un par de décadas más pero esa liberación se disipa tan pronto como los boomers entran en la tercera fase. Tras saber que pueden quedarles otros 25 años, retroceden 25 años en el tiempo -cuando tenían 35 años- y se asustan cuando se dan cuenta que esos años pasaron muy rápido. ¿Se irán tan rápido los próximos 25? ¿Haremos algo importante? ¿Serán los mejores años de la vida?

La generación baby-boom es el grupo demográfico más numeroso en los países occidentales y en Japón. EE UU tiene 78 millones de nacidos en esos años (en España son más de 14 millones), lo que significa que cada año más de cuatro millones (o más de 11.000 personas cada día) celebran su sesenta cumpleaños. Dicho de otra manera, cada 13 minutos cien personas en EE UU se preguntan los años que les quedan de vida, el significado de sus vidas y qué quieren. Cien personas. Cada 13 minutos. Cada hora. Cada día. Hasta el año 2024. Ahora en ese mismo país, en lugar de retirarse, algunos boomers han empezado a implicarse en nuevos trabajos o actividades que aportan una fuente adicional de ingresos pero haciendo énfasis en dar más significado a la vida y contribuyendo a mejorar la calidad de vida del mundo. Con esos nuevos propósitos, los boomers esperan rejuvenecer y mejorar el mundo.

En España, ser un boomer nos va a afectar de otra manera. Con la crisis que nos sacude, muchos niños del baby-boom han pasado a ser los parados-boom, la generación de pobres más ilustrados de la historia. ¡Qué desperdicio de talentos! La mejor pensión que tendremos será la que contratemos ahora y nos forzarán a aplazar la edad de jubilación para no cargarnos el inseguro sistema de la Seguridad Social. Por primera vez en su historia, España tiene más gente mayor de 65 años que menores de 14 años. En los próximos doce años, el abuelo-boom va a ser motivo de risa. Buen día y hasta luego.

NOTA ACLARATORIA: En el artículo de la semana pasada "La parida de la paridad" olvidé mencionar a Pérez Reverte como autor de la penúltima frase del segundo párrafo del artículo.