Están desarretados. Se ve a todas luces que se les puede ir el negociete de las manos y no paran en la estrategia de vendernos, en los últimos meses, las "bondades" del gas para la generación eléctrica en Canarias. Durante los meses de diciembre de 2010 y enero de este año no cesan de escribir en los periódicos de manera torticera para crear una opinión favorable a la construcción de las plantas gasísticas de Gran Canaria y Tenerife. Empezó el 10 de diciembre la consejera de Industria del Gobierno de Canarias con un texto llenos de lugares comunes. A continuación medió en la polémica el Colegio de Ingenieros de Tenerife, cuyo presidente lo es también de Asinca, que apoya el gas, ¿por qué será?, y es además responsable de Industria de la Confederación de Empresarios tinerfeña de José Carlos Francisco. Les han seguido la bola algunos periodistas, sobre todo en el Diario de Avisos, del que uno de sus accionistas, Antonio Plasencia, es uno de los miembros nivarienses de Gascan, la empresa creada a dedo con Endesa y diez empresarios canarios para repartirse el pastel, y también Ana Oramas con un artículo ("La eficiencia necesaria del gas natural en Canarias") donde vuelve a insistir en la misma y falsa cantinela: el gas es más barato, es menos contaminante, diversifica y garantiza el suministro… Pero claro, la cruzadita no se podía quedar en esto, y por eso el Gobierno de Canarias ha puesto en marcha una campaña mediática en los últimos días en la que se nos intenta vender que precisamos el gas "porque necesitamos más y ¡nuevas! energías" (los signos de admiración los he puesto yo) y "porque seremos responsables con el medio ambiente". Miles y miles de euros de dinero público para abrirle el camino al lobby del gas y vendernos sus excelencias.

He escrito tanto sobre esto, cuestionando y desmantelando tantas manipulaciones de los que pretenden beneficiarse de un combustible fósil, contaminante y en manos de un cártel (Gazprom y Sonatrach fundamentalmente) que controla su suministro y su precio a su antojo, que hasta me parece cansino insistir en el tema. Pero no se puede bajar la guardia o nos meten el gas hasta en las botellas de agua de Firgas, aunque este combustible fósil esté en franco declive en la Península a pesar de que Sedigas, la patronal del sector, ande "captando" adeptos a la desesperada. Por eso este texto que pretende aportar los últimos datos sobre este asunto. El más importante, sin duda, el del "Cluster" Ricam, una organización de ámbito regional que integra a más de 210 empresas y 10 asociaciones empresariales (Femepa, Femete…) y organismos públicos de investigación, que acaba de publicar que "la penetración de renovables en el Archipiélago está muy por debajo de nuestra capacidad y de la media nacional" y que "la energía eólica desplazará a otras energías convencionales que en las Islas, por su situación, tienen un mayor coste", estimando un ahorro de casi 90 millones de euros al Estado su potenciación.

También el informe Cambio Global España 2020/50 afirma que la energía nuclear desaparecerá del escenario energético en 2030; el carbón y el gas verán reducida su participación, que quedará limitada exclusivamente a la industria, y fuera del mix eléctrico, y el uso del petróleo se reducirá hasta un 34 %. Por otra parte afirma que la electricidad aumentará en un 35 % su participación en el sistema energético y será generada por energías renovables en un 70 % en 2020 y en el 100 % en 2030. Gonzalo Sáenz de Miera, director de Iberdrola, acaba de afirmar que la temperatura del planeta nos debe obligar a abandonar los fósiles y que "el hecho de que los consumidores de electricidad soporten la mayor parte de los costes del objetivo de renovables podría penalizar la electricidad frente al gas natural y el petróleo con el consiguiente impacto ambiental y distorsión económica".

Mientras, los últimos datos nos dicen que Castilla y León fue la Comunidad que más energía eólica instaló en 2010, seguida de Cataluña, Andalucía, que estudia basar todo su sistema en las renovables, Castilla - La Mancha, Galicia, Navarra, etc., y que Canarias sigue situándose a la cola de España, a pesar de reunir las mejores condiciones, y anda a la cola también en eficiencia y ahorro energético.

Y claro, no nos dicen que el gas, al liberar metano, induce al calentamiento global 24 veces más que el dióxido de carbono; que eleva un 63 % las concentraciones de NOx, precursor del ozono; que origina enfermedades hepáticas, coronarias, pulmonares y cancerígenas (Universidad de Valencia); que el gas está también subvencionado; que el precio de la electricidad de origen eólico es de 80 euros/MWh, frente a los 170 de la convencional; que las emisiones evitadas por las energías renovables alcanzaron en el último año los 374 millones de euros; que las renovables ahorran al sistema sanitario 148 millones de euros cada año; que, según Deloitte, las energías limpias evitaron la pérdida, en 2009, de 982.000 días de vida de seres humanos; que las renovables ahorraron 4.830 millones de euros a la factura energética del pasado año y que supusieron el 0,81 % del PIB español… Pero en fin, por aquí con lo mismo. Con la apuesta por los fósiles, por el rechazo a las renovables… Y por los negocietes, claro.