Me voy a valer de una entrevista con Rajoy de hace tres meses. "El plan de Cameron da confianza; yo haría algo similar en España". Ésta es la cabeza del avestruz. A lo de Cameron también se le puede llamar "reformas". Al PP -a Aznar en 1996- le encantó que un locuaz portavoz minoritario que lo apoyaba y que de hecho le armó a Aznar un discurso que éste, en realidad, no tenía, lo tachara de "centro-reformista". Parecía significar "centro-progresista" cuando una reforma puede ser lo más reaccionario del mundo. Y la de Cameron lo es: el ejemplo perfecto de salir de una situación aplicando las mismas medidas que condujeron a esa situación. Los términos en política son lo que Ernesto Laclau llama significantes flotantes, concepto que avanza en la sociedad del espectáculo: una demanda, en este caso, de cambios o reformas ante problemas graves puede caer de un lado u otro del espectro político en función de circunstancias que al final construyen temporalmente cierta hegemonía social, pasando a significar tal "reforma" cosas totalmente distintas. Se decía en los años treinta del siglo XX que los fascistas de Mussolini habían hecho la revolución en la que los comunistas habían fracasado. Claro, con ciertas diferencias, pero el mismo apoyo masivo; en situación de incertidumbre la gente necesitaba "cambio", "dirección", da igual cuál por último. Rajoy elogió a Cameron en una entrevista en El País el 31 de octubre. Sobre si tenía un plan oculto [similar] dijo que no. En este punto el líder del PP se apresuró a señalar que él no despediría, como Cameron, a 500.000 funcionarios, porque "las situaciones son distintas", olvidando su acoso a la "inflación funcionarial" en España. La siguiente pregunta, de hecho, la prueba del algodón: ¿Aplicará medidas que no haya detallado en su programa electoral? Respuesta: "No, salvo que aparezcan circunstancias sobrevenidas que yo desconocía". Bueno, pues ésa es la Convención del PP en Sevilla: Hablar sin parar para no decir nada de lo que harán cuando lleguen a La Moncloa (cosas que ni ellos aún saben tal vez en detalle, pero que sin duda harán). Como Cameron y sus socios liberales.